La universidad es el lugar perfecto para que se transmita la necesidad de que las personas que trabajan en ciencias sociales se vinculen tanto a los derechos humanos como a la intelectualidad.

Ambas cuestiones se erigen, cuando se encuentran en combinación, como elementos de transformación social. Si el objetivo principal de las ciencias sociales es el de contribuir a la comprensión de la realidad y a la creación de acciones y alternativas que mejoren la vida de las personas, la manera de conseguir estos logros se debe basar en el mejor conocimiento, validado por la mejor investigación, así como los mejores valores éticos y humanos, que permitirán que esos logros vayan de la mano de las necesidades de la población, porque se cuenta con su voz y su opinión.

Construir una universidad basada en estos fundamentos solo se conseguirá con actuaciones que transformen las interacciones de todas las personas, promoviendo la universidad como espacio libre de cualquier tipo de violencia, donde se dialoga sobre las principales obras teóricas y científicas de cada disciplina, todo al mismo tiempo.

El nivel intelectual para quienes lo trabajan

2 criterios para los libros en la docencia universitaria

Contribuciones educativas en los libros más influyentes en sociología

Espacios seguros también en la universidad

Superando bulos de la mano de teorías transformadoras

[Imagen: Freepik]
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Doctora en Educación. Durante 23 años maestra de pedagogía terapéutica y educación primaria y 8 años directora del CEIP L'Escolaica. Profesora sustituta en la Universidad de Valencia.