El acoso escolar es un fenómeno relevante que no acepta experimentos u ocurrencias. Debemos conocer qué medidas han funcionado en la reducción de los conflictos en el ámbito educativo. Pese a que en las últimas semanas, a raíz de casos como el de las gemelas de Sallent, el acoso escolar ha vuelto a cobrar protagonismo en los medios de comunicación, debemos tener en cuenta que el bullying lleva presente en muchas de las aulas desde hace ya tiempo. Ante esta situación, a continuación, se explicarán brevemente algunas de las evidencias que han demostrado ser eficaces para superar el bullying.
- En primer lugar, la evidencia científica nos demuestra que las expulsiones y suspensiones a los «bullies» o acosadores son malas estrategias contra el bullying ya que, en vez de mitigar los problemas, estas estrategias pueden aumentar el mal comportamiento de los estudiantes y el abandono escolar. Como muestran las investigaciones, estos castigos suelen centrarse principalmente en las personas acosadoras y no suelen ser eficaces. El bullying, al ser un fenómeno que nos afecta a todos y todas, debería abordarse grupalmente.
- En este sentido, la segunda evidencia científica de este artículo consiste en la intervención de los espectadores, Bystander Intervention en inglés, la cual está demostrado que es una estrategia antibullying exitosa. La clave reside en que intenta activar a los y las estudiantes que presencian el acoso para detenerlo, defendiendo a las víctimas. En esta línea, la investigación nos dice que el Club de Valientes Violencia Cero, que incluye la perspectiva del espectador activo, es una técnica eficaz, con impacto en la detección del acoso, y que refleja mejoras significativas en el bienestar de los niños y niñas que forman parte de ella.
- En tercer lugar, la investigación científica en la superación y prevención del acoso escolar también ha demostrado el valor que tiene la amistad como factor de prevención y protección contra la posibilidad y el riesgo de sufrir bullying. En un estudio realizado con niños y niñas con necesidades educativas especiales, por ejemplo, se explica cómo las relaciones positivas con compañeros y amistades son especialmente importantes, ya que estas relaciones ayudan con tareas de desarrollo como la formación de la identidad, el desarrollo de habilidades sociales y su autoestima y autonomía. Un reciente estudio también nos muestra la importancia de las amistades en la prevención del bullying en la etapa preescolar.
Vinculado con esto último es imprescindible, por lo tanto, resaltar la importancia de promover entornos libres de violencia desde edades tempranas. La evidencia científica ha reflejado que este clima de violencia cero previene la violencia a lo largo de la vida de los niños y niñas. Se debe tener en cuenta que, cuanto antes se intervenga frente a actitudes agresivas, existen más posibilidades de mejorar los comportamientos de los niños y niñas, tal y como han demostrado casos de éxito como vemos en el estudio sobre la escuela de primer ciclo de educación infantil de Cappont (Lleida, Cataluña).
En conclusión, me gustaría hacer referencia al título de este artículo, en el que se destaca la importancia de tener en cuenta las evidencias científicas de impacto social sobre la prevención y la superación del acoso escolar. En este artículo se explican cuatro de las evidencias que se han identificado en este sentido. Por lo tanto, debemos escuchar a las científicas y los científicos que han estudiado este fenómeno, porque la solución para acabar exitosamente con este problema social reside en aplicar las evidencias científicas de impacto social que ya han demostrado mejoras en la convivencia escolar.
[Este artículo ha sido redactado a partir de un hilo de Twitter que realicé para el #Sciencethon organizado por el proyecto financiado por la Comisión Europea ALLINTERACT (2020-2023). Las evidencias científicas compartidas en el artículo pueden encontrarse en la plataforma ciudadana Adhyayana de evidencias científicas en educación.]
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