La motivación y el bienestar escolar

Los datos de PISA y PIRLS han generado cierta alarma social sobre el nivel de competencia lectora de nuestro alumnado, situándose por debajo de los valores medios de la OCDE. Sin embargo, estos datos no nos sorprenden a las personas que nos dedicamos a la investigación en este campo, puesto que las investigaciones internacionales hace años que detectaron esta necesidad, ofreciendo evidencias científicas para la mejora de los sistemas educativos mediante intervenciones que ya han mejorado los resultados en muchos centros educativos. 

¿Qué nos dice la literatura científica sobre cómo mejorar la comprensión lectora? 

Un aspecto importante a tener en cuenta es que la comprensión lectora va más allá de saber decodificar las palabras y poseer una buena fluidez lectora. Entran en juego diferentes variables que logran que un niño adquiera la capacidad de comprender lo que está leyendo. En esta serie de artículos hablaremos sobre cómo mejorar la comprensión lectora, así como los factores que influyen en su mejora. En este primer artículo hablaremos sobre la influencia de la motivación y el bienestar escolar. 

Conforme avanza la ciencia se encuentran más evidencias de que la motivación y el bienestar escolar influyen en el rendimiento en lectura más allá de lo que se ha explicado mediante las habilidades cognitivas y académicas

Las investigaciones sobre la motivación en lectura muestran cómo el autoconcepto que el propio alumnado tiene sobre su proceso lector y su proceso de aprendizaje influye en la motivación del alumnado a la hora de comprender un texto. Esto se explica porque las y los estudiantes que tienen un mayor nivel de autoeficacia se encuentran más motivados mientras leen, por lo que son más participativos, mejorando el desarrollo de estrategias conscientes con la tarea. Las interacciones de calidad y solidarias que se generan en entornos interactivos de aprendizaje, como en las tertulias literarias dialógicas, logran mejorar la motivación y el bienestar emocional del alumnado al aumentar la creación de sentido alrededor de la lectura, a la vez que aumentan sus capacidades para leer y comprender, mejorando su autoconcepto y percepción de autoeficacia hacia el aprendizaje. 

Los hallazgos de este estudio muestran diferentes resultados con alumnado que presenta dificultades en la fluidez lectora y alumnado que presenta dificultades en comprensión lectora. Las y los lectores lentos obtuvieron puntuaciones bajas solo en la motivación relacionada con la lectura, mientras que el alumnado con dificultades en comprensión lectora presentó también una baja motivación en otras asignaturas como matemáticas y lenguas, así como un mayor nivel de agotamiento y menor disfrute escolar que los lectores típicos. No se observaron diferencias estadísticas entre niños y niñas. 

Es probable que las dificultades de aprendizaje –y, por tanto, los fracasos repetidos a lo largo de los años de escolaridad– influyan en los sentimientos de nuestro alumnado hacia la escuela y el aprendizaje. Asimismo, esta baja motivación repercute en el desempeño de sus tareas, especialmente si estas requieren de un esfuerzo sostenido y mayores niveles de concentración, como, por ejemplo, en pruebas de comprensión lectora como PISA o PIRLS. 

¿Cómo podemos mejorar la motivación y el bienestar escolar en nuestra aula?

En artículos posteriores seguiremos ofreciendo evidencias que nos ayuden a avanzar en la mejora de la comprensión lectora de nuestro alumnado mediante intervenciones basadas en evidencias. 

[Imagen: Freepik]
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Por Mireia Barrachina

Orientadora educativa en la Conselleria d'Educació de la Generalitat Valenciana. Profesora asociada en el Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universitat de València