Formamos parte del Seminario de Valencia “A Muscles de Gegants” desde hace más de 10 años y cada curso soñamos cómo mejorar la educación de nuestro territorio desde una educación basada en evidencias científicas de impacto social.
En los tres últimos cursos, nuestros sueños y objetivos se encaminan a la superación del abuso sexual infantil, ya que a las escuelas nos llegan, cada vez más, programas de educación sexual que no tienen aval científico y nos preocupa mucho por las consecuencias negativas que eso puede tener.
Para cumplir estos sueños, formamos comisiones mixtas y, hace tres cursos, creamos una sobre “superación y prevención del abuso sexual infantil”. En estos momentos participamos de ámbitos diversos: maestros y maestras de educación infantil y primaria, profesorado universitario y profesionales de entidades sociales; diversos en ideologías, orientación religiosa o no, etc. A lo largo de estos años nos reunimos para leer y debatir investigaciones y artículos científicos que nos ayudan a clarificar qué actuaciones son perjudiciales y cuáles son efectivas en este ámbito, para trasladarlas a las comunidades educativas.
Un sueño es conocer programas efectivos de educación sexual y, para ello, el curso pasado partimos de la lectura del informe Achieving student well-being for all: educational contexts free of violence, en el que de forma muy clarificadora encontramos los 9 programas más efectivos hasta el momento para prevenir todo tipo de violencia en la infancia. Algunos de ellos ya los estamos aplicando en nuestras escuelas: club de valientes violencia cero, tertulias feministas dialógicas, actuaciones para eliminar la violencia aisladora o modelo dialógico de convivencia. En la comisión, unas escuelas nos ayudamos a otras a hacer esto posible.
Otro sueño que teníamos era extender a la ciudadanía las evidencias, a la vez que contribuir a abrir un debate entre todas aquellas personas interesadas en este tema. Pensamos que una herramienta ideal sería el uso de las plataformas de evidencias científicas y cocreación del conocimiento (en educación y género). Entre todas las participantes creamos un nuevo post sobre algo que suele hacerse en edades tempranas y que es enfocar la educación emocional a través de actividades que obligan a dar abrazos y besos. Por mucho que digamos que pueden decir que no quieren participar, sabemos, tal como indica este otro post, que la posición de poder que tiene un adulto sobre un menor impide que el niño o la niña pueda decidir sin sentirse coaccionado o coaccionada.
Asistimos también al congreso internacional CICFEM 23 con muchas ganas de escuchar el panel de la Dra. Sandra Racionero y conocer el trabajo científico que está realizando con los Jesuitas a nivel mundial en el proyecto Promoting a Consistent Culture of Protection (PCCP) en materia de superación del abuso sexual infantil. Nos sorprendió escuchar algunos datos como que los abusos sexuales ocurren en todos los contextos o que la mayoría de hombres que cometen abusos sexuales no son célibes, siendo el 63% hombres casados. A raíz de ahí leímos más sobre estos temas y ahora somos muy conscientes de que puede darse en cualquier contexto y que en nuestras escuelas es probable que haya niños y niñas sufriendo estos abusos.
Las personas que participamos en la comisión nos hemos encontrado, en el día a día de nuestros centros educativos, con talleres y programas que nos quieren imponer supuestos “expertos”. Gracias a los diálogos y las lecturas realizadas, podemos ver cada vez con mayor claridad lo contraproducentes que podían ser esas actividades, por ejemplo, para entender el consentimiento o lo que es o no es educación sexual. Coincidimos en que no nos resulta fácil hacer frente a esas imposiciones. Quienes las impulsan quieren, a costa de todo, ir a muchas escuelas por el negocio que les supone. Pero quienes defendemos por encima de todo a la infancia y a la juventud tenemos muy claro que no vamos a ceder a esas presiones.
Aquí la voz de una de las participantes de la comisión:
“Como docente, en un tema tan crucial, me ha reafirmado la convicción de la importancia de solo aplicar en los centros educativos lo que las evidencias nos dicen que hay que hacer para prevenir el abuso sexual infantil.”