Sabemos que las personas con trastorno del espectro autista (TEA) tienen dificultades en la comunicación y en la interacción social. Nos podemos preguntar: ¿pueden beneficiarse de entornos de aprendizaje interactivos? Las investigaciones científicas demuestran que, si participan en entornos de aprendizaje interactivos e inclusivos, mejorarán en las áreas que presentan mayor dificultad.
Como maestra de educación especial no puedo mirar hacia otro lado e ignorar los estudios científicos y seguir aplicando solo prácticas basadas en un enfoque individual, que son las más extendidas. En estas prácticas, el alumnado con TEA no interactúa con nadie, se enfrenta solo o sola a la actividad sin ningún tipo de interacción o únicamente recibe el apoyo de los adultos. Este enfoque se centra en la dificultad del alumnado y no ayuda a superarla.
En la educación especial debemos cuestionar las prácticas educativas que no estén basadas en evidencias de impacto social, abrir espacios de diálogo para debatir sobre lo que estamos haciendo en los centros educativos con el alumnado con TEA y dar un giro educativo basado en las evidencias científicas. Un gran referente teórico como Vygostsky nos muestra con su teoría sociocultural del desarrollo y el aprendizaje que hay que enfocar el aprendizaje hacia lo que el alumnado es capaz de lograr hacer con ayuda de un adulto o de otro u otra estudiante “más capaz”. Tampoco podemos vulnerar el derecho que se recoge en el artículo 27 de la Declaración Universal de los derechos humanos: el derecho “a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten”.
Los centros educativos que tienen en sus aulas alumnado con TEA y que quieran basar la atención al alumnado en las evidencias científicas pueden ofrecer entornos interactivos para este alumnado, fomentando el apoyo entre iguales. Creando estas interacciones de calidad estaremos posibilitando la oportunidad de que el alumnado con TEA reciba aportes verbales que les permitan mejorar la comunicación y el desarrollo máximo de habilidades sociales.