La comunidad de aprendizaje como herramienta para transformar la empleabilidad del pueblo gitano

Durante casi 20 años, trabajé en programas de inserción sociolaboral dirigidos a colectivos con dificultades de acceso al empleo. Creí firmemente en la misión de mejorar la empleabilidad de las personas, hasta que comprendí que muchos de estos programas, lejos de generar un verdadero cambio, perpetuaban las desigualdades sociales. Se hablaba de empleabilidad cuando, en realidad, la mayoría de las veces se facilitaba un acceso rápido a empleos precarios y temporales, complementado con formaciones breves sobre autoestima, motivación o formación en trabajos de baja cualificación que, en lugar de transformar las condiciones estructurales, solo ayudaban a las personas a adaptarse mejor a su contexto desigual. Aunque hubo itinerarios con otro enfoque que lograron un impacto positivo y fueron verdaderamente transformadores, la realidad es que muchos otros reforzaban las mismas barreras que pretendían derribar. Los colectivos con mayores dificultades de inserción, como la comunidad gitana y otros grupos vulnerables, necesitan oportunidades reales que transformen su futuro y el de sus comunidades.

En este contexto, la investigación Estudio de caso del impacto del proyecto Comunidades de Aprendizaje en el aumento de la empleabilidad de la población gitana en situación de desigualdad social se alinea con las estrategias de la Unión Europea (2020-2030) para la inclusión del pueblo gitano, que buscan reducir la segregación educativa y disminuir la brecha de empleo. El objetivo fue analizar el impacto de un proyecto de comunidad de aprendizaje (CdA) en la mejora de la empleabilidad de seis personas gitanas que trabajan en la misma CdA, abordando un vacío en la literatura sobre cómo estas experiencias educativas pueden transformar oportunidades laborales.

Los resultados muestran que determinadas acciones implementadas en la CdA generan un impacto significativo en el desarrollo de competencias académicas y sociolaborales. Se trata de las actuaciones educativas de éxito identificadas en el proyecto europeo INCLUD-ED, que consiguen:

  • altas expectativas académicas,

  • diálogo igualitario entre la comunidad y los profesionales de la educación,

  • participación activa de las familias,

  • voluntariado externo y también emergente desde la propia comunidad gitana, comprometido con esas altas expectativas académicas, y

  • una gestión del absentismo y los conflictos a través del modelo dialógico de prevención y resolución de conflictos.

La literatura ha señalado reiteradamente que el nivel educativo es un filtro clave para el acceso al mercado laboral, y nuestro estudio lo confirma: proporcionar altas expectativas académicas en la comunidad gitana ha resultado en mayores oportunidades de empleo de calidad y estabilidad. Como prueba de ello, los tres hombres y las tres mujeres gitanas de nuestro estudio trabajan o han trabajado en la CdA en puestos de monitores y monitoras escolares y otros apoyos educativos. Y continúan en contacto con su educación: dos de ellos están cursando estudios superiores y una ha promocionado a técnica de apoyo educativo en otra entidad. Se han convertido en referentes dentro de su comunidad, ampliando los horizontes académicos y laborales de la misma.

El impacto va más allá del nivel educativo. Observamos que el trabajo y el voluntariado, en el que también participan algunos de los y las participantes del estudio dentro de la CdA, fortalecen la autonomía, la autoestima y el sentido de pertenencia, factores clave para la empleabilidad. Competencias clave como la gestión del estrés, la flexibilidad laboral y la empatía emergen con fuerza en este entorno, alineándose con los indicadores internacionales de competencias que aumentan la empleabilidad.

Este estudio demuestra que la mejora de la empleabilidad en contextos marcados por la desigualdad social es posible cuando se crean entornos educativos y participativos transformadores. La CdA no solo educa: genera itinerarios formativos y laborales sostenibles para la comunidad gitana, evidenciando que la educación, cuando se basa en la participación y la equidad, es un verdadero motor de cambio social.

[Imagen: Unsplash]
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Licenciada en Pedagogía y profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Valencia