Todas y todos mejoramos

Mis clases de educación primaria las organizo en pequeños grupos heterogéneos para favorecer el trabajo en equipo y el aprendizaje dialógico, en cuantos más momentos mejor. Una metáfora que me ha ayudado mucho a entender cómo se aprende a través del diálogo es la imagen del andamio (ayuda) que refuerza en la construcción (aprendizaje) del edificio (conocimiento) de nuestras alumnas y alumnos. 

Puede ser muy útil lo que se plantea en el artículo Scaffolding and dialogic teaching in mathematics education: introduction and review, donde se profundiza en el concepto de andamiaje relacionándolo con el aprendizaje dialógico y centrándose en el área de matemáticas.

El término “andamiaje”, acuñado entre otros autores por J. Brunner, se entiende como una ayuda que permitirá al alumnado realizar una tarea que no habría sido capaz de llevar a cabo por sí solo y que pretende acercarle a una competencia que le permita finalmente realizarla sin ayuda.

En el artículo se señalan tres características claves que debe tener un buen proceso de andamiaje:

  • Contingencia: Adaptar el apoyo a las necesidades de los alumnos.
  • Desvanecimiento: Retirada gradual del apoyo a medida que el alumnado va adquiriendo el aprendizaje.
  • Transferencia de la responsabilidad: Cediendo independencia al alumnado que va asumiendo gradualmente la responsabilidad en este proceso.

La organización del aula en grupos interactivos permite este andamiaje de manera constante y lo contextualiza en el aprendizaje dialógico, por lo que se normaliza y se logra obtener los mejores resultados. 

Un indicador que observo en los grupos interactivos es que los alumnos participan mucho más. Este artículo explica que en ese diálogo constante sobre la tarea se abre un espacio en el que existen una serie de situaciones que permiten aprender no solo conceptos sino también a pensar de manera creativa, como:

  • ponerse en el lugar del otro
  • entender sus conocimientos
  • adaptar la ayuda
  • mantener la dirección de la resolución del problema
  • escuchar argumentos, aprender a hacer buenas preguntas, a mostrar respeto por otros puntos de vista
  • asumir nuevas perspectivas

Se trata de algunos de los matices que se dan en el diálogo y que responden a preguntas como: ¿Quién andamia a quién? ¿Los alumnos más capaces se ven perjudicados?

La educación dialógica es bidireccional o multidireccional. El objetivo no es solo llegar a la respuesta correcta sino, también, ser capaces de ver las soluciones desde múltiples perspectivas. Es por ello que podemos afirmar que en este proceso aprenden, al máximo, todas las personas participantes.

En una organización como la de grupos interactivos, la inteligencia cultural de cada uno, lo que cada uno sabe, se comparte en el diálogo igualitario y se potencia la dimensión instrumental del aprendizaje, en la que el andamiaje es multidireccional; es decir, todos y todas aprendemos, todas y todos mejoramos. 

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Maestro de Educación Primaria y Educación Física