Cada 2 de mayo, Día Internacional contra el Acoso Escolar, recordamos que la violencia no puede tener cabida en nuestras escuelas. El debate educativo actual pone el acoso escolar en primer plano; nos preocupa la violencia pero, si hablamos del problema, también debemos hablar de las soluciones. Desde la evidencia científica de impacto social, el club de valientes violencia cero se presenta como una actuación educativa que está transformando los centros educativos en espacios seguros y solidarios.
El club de valientes violencia cero se basa en cinco pilares fundamentales:
- Fomentar la socialización en modelos de relaciones no violentas
- Implementar la tolerancia cero a la violencia desde los cero años
- Crear espacios seguros de diálogo igualitario
- Impulsar el liderazgo del alumnado para la prevención entre iguales
- Formar al profesorado y a toda la comunidad educativa en evidencias científicas de impacto social sobre prevención de la violencia.
Los resultados obtenidos en diferentes centros educativos son contundentes:
- Se visibiliza la violencia que antes quedaba silenciada.
- Se crean entornos de respeto y solidaridad.
- Disminuye el atractivo social de la violencia entre iguales.
- Ocho de cada nueve docentes señalan que, gracias al club de valientes violencia cero, el alumnado se posiciona más activamente contra el acoso, protegiendo a las víctimas y rompiendo el silencio.
Hay una serie de acciones que favorecen y refuerzan el impacto del club de valientes en la comunidad educativa:
- Construir redes de apoyo entre alumnado: el alumnado no solo rechaza la violencia, sino que aprende a construir redes de apoyo, generando alianzas entre compañeros para proteger, rompiendo los vínculos de silencio con los agresores e identificando mejor la violencia aisladora. Esto logra crear contextos seguros para denunciar la violencia y refuerza el bienestar emocional y social de todo el alumnado.
- Organizar espacios de diálogo y visibilización: se organizan espacios de diálogo como tertulias científicas dialógicas, asambleas, campañas de formación y sensibilización en el centro (no solo para alumnado, sino también para profesorado, otro personal del centro, familias…), contribuyendo a una socialización libre de violencia.
- Promover la participación comunitaria: el éxito del club de valientes también reside en su enfoque de participación comunitaria. Las familias reciben formación basada en evidencias sobre cómo actuar frente a la violencia, aumentando su capacidad de protección.
- Fomentar el posicionamiento claro del profesorado: el papel del profesorado es fundamental. Su posicionamiento claro y valiente frente a la violencia anima al alumnado a actuar con valentía y solidaridad. De este modo, se logra reducir el miedo a las represalias y se facilita que cada persona encuentre apoyo si sufre o presencia una situación de acoso.
- Garantizar condiciones organizativas óptimas y compromiso de la política de centro: propiciar unas condiciones organizativas óptimas, orientadas a la implementación de actuaciones como charlas basadas en evidencias, talleres, reuniones, jornadas o tertulias que permitan el desarrollo del club de valientes. Cuando la política del centro apuesta por una cultura de violencia cero, se crean entornos más seguros, donde es más fácil prevenir y afrontar cualquier tipo de violencia.
Necesitamos que nuestras escuelas sean espacios de valentía, respeto y solidaridad. El club de valientes violencia cero demuestra que, con compromiso y formación basada en evidencia científica de impacto social, es posible prevenir el acoso escolar y construir una comunidad educativa más justa y segura para todos y todas. Ya hay centros que han empezado este camino valiente. Ahora es el momento de seguir sumando.