Prensa basada en evidencias científicas de impacto social
El Día Mundial de la Libertad de Prensa, celebrado cada 3 de mayo, es una fecha emblemática para reflexionar sobre el papel fundamental que tiene el periodismo libre en las sociedades democráticas. Este día, instaurado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, no solo celebra los avances en la libertad de prensa, sino que también subraya los desafíos y las amenazas que enfrentan los y las periodistas en diversas partes del mundo, arriesgando incluso sus vidas.
Además, la libertad de prensa no debe ser entendida solo como un derecho de los y las periodistas, sino como un derecho de la ciudadanía a acceder a una información basada en evidencias científicas de impacto social. Es decir, todos y todas tienen derecho a conocer aquello que las ciencias están demostrando que mejora las vidas de las personas y contribuye a superar los problemas y retos a los que la sociedad se enfrenta en diferentes ámbitos (salud, género, educación, justicia social…). En un mundo donde la desinformación y las noticias falsas se propagan con facilidad, el trabajo del periodismo se vuelve aún más relevante. También es muy importante que lo hagamos en un lenguaje accesible para poder contribuir a un mayor entendimiento de los avances científicos y a la alfabetización en diversos temas que afectan directamente las vidas de las personas, como pueden ser la salud pública, las políticas educativas, las nuevas tecnologías, etc.
El periodismo desempeña un rol crucial en la consolidación de la democracia, ya que permite que la ciudadanía se mantenga informada sobre los acontecimientos que afectan su vida cotidiana. La libertad de prensa es, por lo tanto, un derecho esencial que debe ser protegido para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y el acceso a la información.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa no solo es un llamado a la reflexión sobre la situación actual, sino también un recordatorio de la necesidad de defender este derecho en todo el mundo. Las amenazas a la libertad de prensa no son solo una amenaza para los y las periodistas, sino para toda la sociedad, ya que, cuando la información es manipulada o censurada, el tejido social se debilita y se pone en riesgo la democracia misma. Por ello es necesario reconocer a las y los periodistas y medios de comunicación que, a pesar de las dificultades y el peligro, siguen adelante con su labor de informar a la sociedad. Esa valentía es una inspiración para muchas personas, y su trabajo merece ser apoyado.
En este sentido, nuestros periódicos seguirán trabajando cada día para ofrecer a la ciudadanía las mejores evidencias en los ámbitos del feminismo, la educación y los derechos humanos. Este tipo de periodismo, que pone las evidencias científicas de impacto social por encima de las opiniones y las ideologías, demuestra cómo la libertad de prensa es vital no solo para el ejercicio democrático, sino para la mejora de la vida de la ciudadanía y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.