En el artículo de hoy, continuando con esta serie de audición y lenguaje dentro del aula, vamos a hacer referencia al alumnado con trastorno del espectro autista (TEA). Ya hemos podido leer cómo las interacciones con otros compañeros y compañeras benefician a este alumnado y la investigación es clara sobre ello. A continuación, resaltaré algunas claves del artículo científico The Use of Peer Networks to Increase Communicative Acts of First Grade Students with Autism Spectrum Disorders:
- El alumnado TEA tiene niveles más bajos de comunicación, dificultades para procesar e interpretar situaciones sociales, lo cual hace que muchos y muchas no se interesen en las demás personas y suelan preferir la soledad.
- Los niños y niñas neurotípicos son la comunidad natural para los niños y niñas con TEA.
- Las redes de iguales, entrenadas en la ayuda, hacen que este alumnado mejore en sus habilidades y uso social del lenguaje.
- Las habilidades en esta interacción mejoran no solo al alumnado con TEA, también al resto.
Cabe mencionar a Eric Kandel, premio Nobel de medicina y referencia internacional en neurociencia, que en su libro “La nueva biología de la mente” dedica el capítulo 2 al espectro autista. Es este podemos entender el concepto de teoría de la mente, acuñado por Uta Frith en 1985, imprescindible para el desarrollo social y la empatía. Es clave para la comunicación, ya que permite atribuir estados mentales a los demás, permitiéndonos prever su comportamiento. A muchos niños y niñas con TEA les cuesta mucho mantener una conversación, cuando sale de sus restricciones, por la ausencia de dicha teoría.
Por todo esto es imprescindible, siempre que el grado de TEA lo permita, que este alumnado esté con su grupo de iguales, para así poder aprender estas normas sociales. Con ayuda de la persona adulta y haciendo las intervenciones de manera inclusiva, conseguiremos sacar el mayor partido al uso del lenguaje y la comunicación, con soporte de sistemas aumentativos o alternativos en caso de ser necesario. Está demostrado que esta diversidad de interacciones es beneficiosa cuando hay necesidades educativas especiales, en este caso TEA, pero también para el resto de iguales.
Si la ciencia nos dice que obtendremos los mejores resultados trabajando con altas expectativas y de manera inclusiva, la primera pregunta que surge es ¿cómo podemos hacerlo? Afortunadamente, como explicamos en el artículo anterior de esta serie, hay acciones que ya están mejorando los resultados educativos de estos niños y niñas (también los de los demás). Son actuaciones que se basan en evidencias científicas de impacto social, es decir, la ciencia que ya está mejorando las vidas de las personas, mejorando la sociedad.
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Maestra de audición y lenguaje y educación infantil. Participante del seminario de Valencia "A muscles de gegants"