En el último artículo sobre audición y lenguaje (AyL) dentro del aula, hacíamos referencia a las tertulias dialógicas (TD) y sus beneficios para todo el alumnado. Hoy haremos alusión a otra de las acciones nombradas en el primer artículo de AyL: los espacios de diálogo de calidad donde puedan participar todas y todos.
Cuando en el aula las intervenciones del maestro o maestra son las que predominan en las interacciones, se limitan las oportunidades para involucrar al alumnado, impidiendo que su capacidad para comunicarse, para pensar y razonar se desarrolle al máximo.
Trabajando en grupos heterogéneos y dando voz a todo el alumnado, se consiguen mejores resultados. Además, con más personas adultas en el aula hay más posibilidades de guiar al alumnado en esta forma de trabajo, basada en compartir los argumentos, ideas y razones con el objetivo de que todos y todas avancen. Cuando se ayudan de igual a igual, el alumnado más avanzado también mejora en su comprensión.
En anteriores artículos sobre la escolarización del alumnado con necesidades educativas especiales (NEE) se hablaba sobre 6 claves para una inclusión real, entre las cuales está la importancia de crear entornos interactivos de aprendizaje, elemento clave cuando programamos actividades que beneficien a todo tipo de alumnado.
Algunas ideas que podemos resaltar sobre la creación de espacios de diálogo en los que aumenten las interacciones son las que encontramos en el artículo científico How Inclusive Interactive Learning Environments Benefit Students Without Special Needs. Una idea falsa que sigue presente en algunos docentes y en otros agentes de la comunidad es que la diversidad empeora los resultados de quienes no tienen dificultades. Sin embargo, se ha demostrado el gran beneficio que obtiene el alumnado sin NEE educado en aulas inclusivas. Uno de los beneficios de estos espacios es un desarrollo mayor de lo que se conoce como teoría de la mente, que es la capacidad de entender que otras personas tienen pensamientos, emociones, intenciones y deseos diferentes a los propios. La teoría de la mente es necesaria para tener empatía con el resto, un elemento clave para la comunicación.
En este sentido, el papel de la persona especialista de AyL cobra importancia dentro del aula, pudiendo trabajar las diferentes áreas del lenguaje que tan importantes son, tanto para el alumnado con NEE como sin NEE. Gracias a la presencia de la especialista, se pueden realizar trabajos más específicos.
Tal como recoge la Guía de Comunidades de Aprendizaje, es precisamente transformando el contexto, en este caso la organización del aula y la reorganización de recursos personales, como mejor se puede recorrer la zona de desarrollo próximo y alcanzar estadios superiores de desarrollo. Por tanto, de nada sirve centrarnos solo en las actividades para la mejora de la comunicación si seguimos agrupando de forma homogénea y no potenciamos más interacciones de calidad.
«Sin diversidad no hay excelencia en el aprendizaje» (Ramón Flecha)
[Imagen: Freepik]
Maestra de audición y lenguaje y educación infantil. Participante del seminario de Valencia "A muscles de gegants"