Cada día entro en diferentes aulas de infantil y primaria, para que el alumnado, tanto con necesidades educativas especiales (NEE) como sin ellas, pueda disfrutar del aprendizaje junto al resto de sus iguales.
Algo que se sigue escuchando es que el papel de la especialidad de audición y lenguaje (AyL) en el aula no tiene una función tan provechosa como fuera de ella, con el alumnado de NEE exclusivamente. En este artículo, comentaré tanto actuaciones educativas de éxito (AEE) como agrupamientos y actividades que se pueden realizar para aprovechar las medidas de nivel IV dentro del aula y que sean un gran beneficio para todo el alumnado, ya que suponen que haya más ojos para detectar cualquier necesidad, siempre con miras a mejorar. Esas acciones inclusivas no son incompatibles con otras intervenciones individuales que las y los profesionales consideremos necesarias en casos y momentos concretos.
Como decía Vygotsky (1978), el lenguaje es una herramienta clave para el aprendizaje y, mediante las interacciones, los niños y las niñas avanzan en el desarrollo de las funciones psicológicas superiores. La participación activa de esta figura en el aula beneficia para hacer posibles todas estas interacciones, así como la dinamización de actividades del lenguaje para todo el alumnado, para poder cumplir con uno de los grandes objetivos de la especialidad de audición y lenguaje: la inclusión.
Algunas de las acciones que podemos llevar a cabo son:
- Espacios de diálogo de calidad donde puedan participar todos y todas, lo cual ha evidenciado resultados positivos en la mejora de la lectoescritura, la comprensión lectora, matemáticas y ciencias.
- Tertulias dialógicas (literarias o de otros tipos) para tratar temas específicos. Conseguimos que el alumnado con NEE participe gracias al apoyo de la persona especialista de AyL. Pero no solo este alumnado; también a quien le cuesta más hablar en público, sacar ideas importantes o expresar lo que le gustaría compartir.
- Trabajo en pequeño grupo con la guía de una persona adulta. Al ser dos o más personas adultas dentro del aula, se puede aprovechar para trabajar de esta forma, fomentando la solidaridad y ayuda entre los iguales y promoviendo los principios del aprendizaje dialógico, como el diálogo igualitario. Así, rompemos con las relaciones de poder y promovemos la colaboración. El propio alumnado con NEE, mediante esta forma de trabajo, adquiere un protagonismo en el aula que hace que obtenga grandes mejoras.
- También en pequeño grupo, y dependiendo de la etapa educativa, se pueden realizar actividades centradas en el lenguaje: conciencia fonológica, silábica, léxica… Es una herramienta válida para todo el grupo clase. De esta forma nos centramos en el lenguaje funcional, comprensivo, interactivo y expresivo para conseguir un aprendizaje dialógico basado siempre en evidencias que mejoran todos estos aspectos del lenguaje.
Aprovechando el recurso de AyL en el aula, conseguimos otro de los principios, el de transformación, superando desigualdades culturales y sociales, ya que la inclusión siempre está presente. Además, podemos trabajar en codocencia, bien siendo la persona de AyL quien dirige todas las actuaciones y actividades anteriormente comentadas, o bien asesorando y apoyando al profesorado que las coordina, y así el trabajo se divide.
Dado que en muchas ocasiones se hace alusión a la falta de recursos, una gran oportunidad para poder notar mejoras es aprovechar esta presencia en el aula, favoreciendo el lenguaje en todos sus ámbitos.
«A través de razonar colectivamente, las niñas y los niños aprenden a razonar por sí mismos» (Vygotsky, 1962)