La violencia de género tiene consecuencias negativas en la salud mental y física a lo largo de la vida, tanto en las relaciones estables como en las esporádicas. La humillación, las agresiones físicas y la coerción sexual son particularmente perjudiciales para el bienestar psíquico y social.
El discurso coercitivo dominante está presente en contextos muy diversos (canciones, series, películas, redes sociales, grupo de iguales…), en los cuales se fomentan modelos de conducta referentes para la infancia, adolescencia y juventud, principalmente por su gran componente social; directa e indirectamente, los agentes socializadores generan deseo hacia relaciones afectivosexuales sustentadas por interacciones de poder y atracción a la violencia.
Las investigaciones nos alertan de la revictimización que se puede producir en las relaciones futuras si en la adolescencia se tienen citas o relaciones en las que se sufre violencia física, psíquica o sexual. Por consiguiente, los niños y las niñas tienen derecho a saberlo antes de tener sus primeras relaciones.
En este sentido, muchas escuelas hacen frente a esta situación a través de la prevención y la superación de la violencia de género mediante actuaciones educativas de éxito. Se ha demostrado que las tertulias literarias dialógicas ayudan significativamente a detectar el discurso coercitivo en la vida real y a rechazarlo a través del lenguaje del deseo unido al lenguaje de la ética. La presión y la coacción son conceptos que aparecen constantemente en las grandes obras de la literatura universal como “Orgullo y prejuicio”, “Romeo y Julieta”… Las reflexiones que se mantienen durante las tertulias permiten que los y las participantes se den cuenta de hasta qué punto influye el discurso coercitivo en el deseo hacia modelos dominantes. Paralelamente, verbalizar en estos espacios aspectos atractivos de los personajes unidos a la bondad de los mismos, como por ejemplo la valentía de posicionarse en contra de la presión y la coerción, o la seguridad de mantener la coherencia en respetar los derechos humanos, genera deseo hacia relaciones igualitarias, libres y atractivas. El alumnado conecta a través del pensamiento y la intersubjetividad con la socialización recibida, con sus recuerdos agradables y desagradables, con la comunicación dialógica y la coercitiva, con sus preferencias, ideas, sueños, deseos… En este contexto, se reflexiona profundamente y recuperan el control de sus elecciones y preferencias, transformando el deseo hacia las relaciones futuras.
En conclusión, rechazar el discurso coercitivo es un factor protector clave contra la violencia de género y, por tanto, una gran posibilidad que nos brindan las tertulias literarias dialógicas para detectarlo y relacionarlo en la vida real propia. Al mismo tiempo, sirve para ayudar a los y las iguales a no someterse a la presión de grupo. En la misma línea, a través de las tertulias feministas dialógicas también se visibilizan modelos referentes que permiten soñar y hacer realidad el sueño de construir relaciones afectivosexuales basadas en el consentimiento, la libertad, el respeto, el placer, el deseo, la confianza, la belleza, la bondad… En definitiva, en los sentimientos y valores del amor.
Maestra de primaria. Participante de la tertulia pedagógica dialógica "A Muscles de Gegants"