Sabemos que el abuso sexual infantil ocurre en muchos contextos y que, aunque hay informes que revelan algunos datos, se estima que un tercio de las víctimas nunca se lo contará a nadie y permanecerá oculto bajo la ley del silencio. Uno de los datos que más me llamó la atención cuando lo conocí es que se estima que 1 de cada 5 niñas y niños en Europa es víctima de abuso sexual, lo que quiere decir que es probable que en nuestros centros educativos haya quienes la sufran o la hayan sufrido. 

Hemos podido leer sobre la necesidad de basarnos en evidencias científicas para erradicar esta lacra social y ya hay profesorado que está leyendo y debatiendo sobre aquellos programas y acciones que han demostrado ser eficaces. En esta ocasión nos gustaría compartir las tertulias dialógicas que se están llevando a cabo con alumnado de quinto de primaria y los impactos que ya están teniendo estos espacios, donde se incluyen las voces del alumnado en torno a las aportaciones científicas. 

En concreto, se han llevado a cabo dos tertulias dialógicas con tres artículos: 2 de Diario Feminista y 1 de Periódico Educación. El primero de ellos visibiliza los abusos cometidos por un profesor; el segundo habla de la escuela como vía de protección contra el abuso infantil y el tercero revela las falsas creencias sobre el abuso sexual infantil.  

En la primera tertulia, al alumnado le sorprendió el hecho de que frecuentemente ocurre con personas de confianza. Agradecieron el espacio porque nunca habrían pensado que personas de confianza pudieran abusar de los niños y las niñas. Este espacio posibilitó la oportunidad para que compartieran ideas para protegerse o proteger a otros y para remarcar la importancia de contarlo lo antes posible:

«Es muy fuerte que [el abusador] vaya a escuelas de verano para ganar la confianza solo con ese pensamiento»

«Yo, ahora que lo sé, no llevaría a mi hijo a clases particulares a casa de un profesor; a una academia, sí»

«Por mucho que lo cuentes… pero si la gente no hace nada, solo lo saben y ya está… Si yo se lo cuento a mi madre, y mi madre no lo dice a la policía… Pero, si se denuncia, el abusador pararía»

También se compartieron diálogos en torno al papel que tienen los centros educativos a la hora de enseñar al alumnado a defenderse: 

«A parte que la escuela sirve para enseñarnos, también sirve para hacer amigos, y sirve para enseñarnos a defendernos en un caso de abuso. Si no estuviéramos en la escuela no tendríamos amigos y nadie nos podría ayudar, aparte de nuestros familiares. Cuando mi padre iba a la escuela no les eneñaban a defenderse y tenían que aprender ellos solos, a lo mejor a algún niño (…) le ocurrió algún abuso sexual»

«Estoy de acuerdo con ella: nos enseñáis a defendernos y estáis atentos por si pasa algo y nos ayudáis a que lo contemos»

En la segunda tertulia pudimos profundizar sobre los bulos que hay en torno al abuso sexual y el alumnado no entendía cómo se pueden decir cosas como que quien es víctima en la infancia será un abusador en el futuro. 

«Tú piensa que si te hacen eso de pequeño se te queda toda tu vida en la mente. Pensando lo que te ha hecho… yo no lo haría»

Es más lo contrario: personas que han vivido eso creo que son gente que hace cosas para parar el abuso sexual»

También remarcaron la importancia de creer a los menores cuando lo cuenten:

«Lo primero es hacer que la gente crea a los niños, porque hay muchos adultos que dicen que los niños tienen una imaginación muy grande»

Pero surgieron voces que se preguntaban qué hacer si el abusador les amenazaba con que les iba a pasar algo malo si lo contaban, y las respuestas fueron: 

«Todos tenemos que poner un poco para que no nos hagan nada»

«Tenemos que ser muchos»

«Solo una persona no puede ayudar, tienen que ser todos, si somos todos aunque le agreda podríamos seguir denunciando»

«Si por ejemplo son diez contra uno, los que vencen son los que son más»

Por último, les dio mucha esperanza saber que hay movimientos, como el de Jesuits Global, que son valientes y están haciendo algo para frenar el abuso:

«Posicionarse firmemente, ellos lo que han hecho es que han dicho que quieren frenar el abuso sexual infantil y no quieren que lo sufran más niños o niñas» 

Para acabar, una alumna ha leído la frase de Sandra Racionero que se recoge en uno de los artículos comentados y ha explicado que la seleccionó por este motivo: 

«He pensado que, si una persona está sufriendo abusos y lee esta parte, le habrá motivado a no tener miedo»

«No es difícil, es ser valiente; romper el silencio y aplicar aquellas evidencias que están dando resultados»

Sandra Racionero

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Por Sara Carbonell

Doctora en Educación. Durante 23 años maestra de pedagogía terapéutica y educación primaria y 8 años directora del CEIP L'Escolaica. Profesora sustituta en la Universidad de Valencia.