Hemos oído muchas veces que las nuevas generaciones no aprenden tanto de lo que les decimos sino de lo que ven hacer. El hábito de leer (y, más todavía, disfrutar de la lectura) es un buen ejemplo del que se habla mucho. A raíz de las pruebas de evaluación internacionales como PISA o PIRLS, nos han llegado este año numerosos titulares de prensa sobre cómo influye hablar con nuestros hijos e hijas, o sobre la importancia de fomentar la lectura desde edades temparanas.

Las evidencias dejan claro que los resultados en competencia lectora no dependen del nivel socioeconómico de las familias; lo que más incide son otros elementos como las expectativas, las interacciones y una educación de la lectoescritura de calidad en las escuelas. Tanto a las familias como al profesorado les preocupa mucho ver que los resultados en este aspecto siguen siendo muy mejorables.

Hoy tenemos 4 artículos que aportan multitud de evidencias científicas que nos pueden guiar en esa mejora que queremos ver en el futuro más próximo:

¡Que tengas un día genial!

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