En el debate actual sobre evidencia y educación, hay algunos “expertos” que están introduciendo, como si fueran evidencias, bulos basados en su ignorancia del grave mal que a lo largo de la historia ha hecho a los derechos humanos, a la educación y a la ciencia la subordinación de la propia ciencia a las ideologías o ideas particulares de determinados individuos o grupos.

A principios de los años setenta, algunos sectores que anteriormente se habían opuesto a la independencia de la ciencia respecto de la ideología pasaron, de forma repentina, a proclamarse defensores de lo que llamaron la revolución cientificotécnica. En ese contexto, había quienes presentaban el materialismo dialéctico como el único enfoque válido para abordar los debates científicos, y consideraban materialismo y empiriocriticismo de Lenin como la obra fundamental, casi siempre sin haberla leído. Aunque aquel adoctrinamiento me resultaba insoportable, me vi obligado a leer el libro para poder contribuir a clarificar el debate. Me escandalizó cómo el autor se atrevía a criticar las aportaciones de Ernst Mach, de las que Einstein decía que habían sido claves para formular su teoría; también me escandalizó que escribiera sobre ese tema sin ni siquiera saber nada de Einstein. Así se entendía que quienes se ponían esas lentes no veían la ciencia, igual que pasaba a quienes criticaron a Copérnico y Galileo. Su oposición a la ciencia facilitaba su simpatía hacia determinadas dictaduras y perjudicaba mucho los resultados educativos a cambio de adoctrinar al alumnado en sus propias ideas, especialmente a los sectores más desfavorecidos, aumentando así las desigualdades.

Ahora también hay algunos que, después de obviar o incluso oponerse durante décadas a las escuelas, profesorado y familias que han implementado las evidencias científicas, pretenden ahora liderar esa ya inevitable transformación, volviendo a obviar e incluso a criticar a esas escuelas. Algunos incluso pretenden hacerlo sin que exista ninguna evidencia científica de que lo que hacen o publican haya mejorado nunca los resultados de ninguna escuela. En una dinámica diferente, que sí mejora los resultados educativos, cada vez más escuelas tienen como referentes otras escuelas que ya los han mejorado y las teorías y referentes con las que lo han logrado.

[Imagen: Freepik]
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Catedrático Emérito de la Universidad de Barcelona. Investigador número 1 del ranking científico internacional Google Scholar en las categorías de "gender violence" y "social impact" (violencia de género e impacto social, respectivamente). Director de REVERS-ED.