La teoría de la socialización preventiva de la violencia de género, así como las evidencias científicas que la apoyan, sostienen que el amor y la atracción tienen una base social. Es a través de las interacciones sociales como aprendemos e interiorizamos ciertos patrones de atracción, deseo y amor (Gómez, 2004). Aunque existen diversos patrones de amor y atracción en los que las personas nos socializamos, se ha identificado un patrón de socialización tradicional que une atracción y violencia, y las y los adolescentes son especialmente vulnerables a esta socialización dominante.
Este patrón de socialización se refuerza a través de un discurso dominante coercitivo (DDC) presente en las interacciones, en grupos de iguales y en muchos de los medios de comunicación actuales, televisión, música, películas, libros, etc. Este DDC es un factor de riesgo para sufrir violencia de género.
Sin embargo, existen evidencias científicas sobre actuaciones que han mostrado resultados en la prevención del impacto de dicho DDC y, por ende, de sufrir violencia de género: una de esas acciones son las tertulias literarias dialógicas (TLD). En las TLD, el lenguaje del deseo en combinación con el lenguaje de la ética emerge en los diálogos y en relación con las características que hacen atractivo a un personaje, con la posibilidad de transformar dichos deseos y contribuyendo a favorecer la socialización en relaciones igualitarias y deseadas.
Recientemente, la revista International Journal of Sociology of Education ha publicado un artículo titulado Identificación de los conceptos clave del lenguaje del deseo y del lenguaje de la ética en las tertulias literarias dialógicas [Identifying Key Concepts of the Language of Desire and the Language of Ethics in Dialogic Literary Gatherings], en el que se expone un análisis profundo de ambos conceptos en TLD entre adolescentes. Los resultados de este estudio destacan un aspecto clave en todas las TLD analizadas: el rechazo por parte de estos adolescentes de la violencia y la presión de grupo hacia ella, usando el lenguaje del deseo unido al lenguaje de la ética en sus diálogos. Cuando el lenguaje del deseo está ausente en intentos de prevenir la violencia de género, no se supera el DDC e incluso se llega a reforzarlo. Al hablar de relaciones no violentas solo como buenas, se relega el deseo al DDC, a las relaciones violentas, con lo que se elimina el atractivo de la bondad. Este estudio evidencia que el uso del lenguaje del deseo presente en estas TLD adopta formas diversas, desde rechazar como no atractivas a las personas que utilizan la coacción hasta valorar y admirar como deseables las relaciones basadas en el amor y alejadas de la violencia.
Durante las TLD las y los adolescentes pueden entablar diálogos que promuevan una socialización libre del DDC y que les proteja de la violencia de género.