Los resultados publicados el 5 de diciembre de 2023 en el reciente Informe PISA acerca de tres competencias troncales básicas en educación (matemáticas, lectura y ciencias) dejan claro que España puede mejorar el nivel obtenido. Ante esta realidad, el gobierno español, poco después de conocer los resultados, anunció el Plan de refuerzo en matemáticas y comprensión lectora con el que pretende abordar el problema. La ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, después de la reunión con la comisión permanente del Consejo Escolar del Estado, dijo que es importante que los gobiernos planteen soluciones frente a problemas que preocupan a toda la sociedad. ¿Quién podría no estar de acuerdo con dicha afirmación?
La necesidad de mejorar la educación española es un hecho al que hay que dar respuesta. Ahora bien, ¿qué tipo de soluciones habría que aplicar? ¿Cuáles son los criterios que deberían regir estas soluciones? ¿Es válida cualquier solución? Múltiples son los interrogantes que me planteo al pensar en ello ante el inicio de curso y una la respuesta clara en la que pienso: las “soluciones” pasan por tener en cuenta y aplicar las evidencias científicas de impacto social que existen desde hace tiempo en educación y que han demostrado, y siguen demostrando, que allá donde se implementan, gracias a la formación de las y los profesionales que las llevan a cabo y por el rigor con el que se aplican, mejoran la educación de los niños y de las niñas tanto a nivel curricular como de convivencia en todos los contextos.
Una de las medidas del plan antes mencionado son los desdobles de los grupos para que haya una atención más personalizada, con más recursos y con clases extraescolares. A priori, son propuestas con las que todos y todas estaríamos de acuerdo. No obstante, el éxito dependerá de las acciones concretas que realmente se realicen en esos desdobles. Por ejemplo:
- Los desdobles ayudarán a la mejora de todos y todas si se realizan en grupos heterogéneos (no por niveles competenciales), donde el alumnado más capaz (por decirlo de algún modo) ayude a sus iguales a través de las interacciones que entre ellos y ellas se den, siendo dinamizadas por personas adultas que garanticen la calidad de esas interacciones. Buen ejemplo de ello son los grupos interactivos, actuación educativa de éxito que se lleva a cabo en cada vez más escuelas del mundo. De este modo, la atención más personalizada a la que se refería la ministra se daría a partir de la ayuda brindada por los compañeros y las compañeras, que también puede estar guiada por la atención indirecta del profesorado especialista, si fuese necesario, o de profesores de apoyo que dinamicen los grupos, como recursos adicionales a los centros.
- Los recursos, ya sean humanos o materiales, proporcionarán mejora cuando estén al servicio de la diversidad y la inclusión sin dejar a nadie atrás, buscando las estrategias que permitan la participación y el aprendizaje de todo el mundo desde las altas expectativas y dentro del aula.
- Las clases extraescolares pueden brindar la oportunidad de interacciones de calidad, a través de actuaciones de calidad, reforzando lo que más cuesta a la vez que se brinda la oportunidad de acelerar en los nuevos aprendizajes. Esta actuación ya se está haciendo en algunos centros educativos mediante la biblioteca tutorizada, en la que se pueden realizar actividades muy diversas y con contenido académico, como talleres con expertos, deberes, lectura compartida…
La clave para la mejora educativa no va de innovar con lo que sea, de probar a ver si “esto o aquello” funciona, sino de implementar las evidencias científicas de impacto social que ya sabemos que dan los mejores resultados. Pongámonos a ello, son de fácil acceso, gratuitas y garantizan el éxito.