En breve llegará un largo período estival en el que los niños y las niñas dejarán de ir a la escuela ordinaria y, aunque muchos y muchas seguirán realizando actividades diversas durante el verano, habrá también un importante número de chicos y chicas que no volverán a pisar un recinto escolar, deportivo o cultural hasta septiembre. En ambos casos, y aunque se realicen actividades variadas en familia o con amigos y amigas, no hay que olvidar que hay importantes publicaciones que remarcan la idea de seguir aprendiendo también durante las vacaciones, pues tiene un gran efecto positivo en el progreso y desarrollo de la infancia. 

Tanto el profesorado como las familias deberíamos aunar esfuerzos para proponer, programar y desarrollar actividades que requieran esfuerzo cognitivo y ayuden a reforzar los contenidos trabajados durante el curso escolar, a cualquier edad, también desde infantil. Es más, tal y como se publicaba en un artículo anterior, también los organismos y empresas de ocio y actividades que proponen programas de entretenimiento en verano deberían tener en cuenta en sus proyectos estos aspectos, dedicando tiempo al estudio, esfuerzo cognitivo, enriquecimiento cultural, etc. para los usuarios y usuarias de sus servicios, dentro de sus programaciones.

Pensando concretamente en el paso de infantil a primaria, disfrutar del verano pasándolo bien a la vez que se aprende ayudará a comenzar la nueva etapa académica con mayor soltura y confianza:

  • Confeccionar la lista de la compra 
  • Preparar el listado de lo necesario para ir de excursión o de viaje
  • Escribir un mensaje a un amigo o amiga a quien no se ve hace días
  • Dejar notas especiales con letras magnéticas en la nevera
  • Jugar al veo veo
  • Realizar operaciones sencillas, así como problemas de suma y resta
  • Contar monedas, piedras, conchas…
  • Clasificar objetos según su forma, tamaño o volumen
  • Usar cuadernos de actividades de matemáticas, lectoescritura, grafomotricidad, etc. 

Son acciones beneficiosas que ayudarán a no perder el contacto con la lectoescritura, los conceptos matemáticos, la atención, el esfuerzo… Mantendrán vivos sus procesos cognitivos de aprendizaje para iniciar con mayor holgura la nueva aventura que les espera: la educación primaria. 

[Imagen: Freepik]
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Por Elísabet Gómez

Maestra de educación infantil y primaria