En este corto artículo, queremos aportar una reflexión estadística con el único ánimo de contribuir a abrir caminos al diálogo que faciliten que personas de unas opciones y otras podamos usar el máximo de nuestras energías en las soluciones que logran prevenir y superar los abusos sexuales a la infancia. Por supuesto, sabemos que todo lo que digamos puede ser completado, corregido e incluso refutado por nuevas aportaciones; nos alegraremos si eso ocurre porque así es como avanza la ciencia para mejorar la sociedad. En todo caso, también reconocemos que lo que explicamos es una simplificación que nos comprometemos a ir enriqueciendo con nuevos conocimientos estadísticos (margen de confianza, error de muestreo aleatorio y otros errores, población infinita, etc.), si este artículo genera debate o preguntas.

Hay un debate abierto sobre si el 1,13% de personas abusadas en ámbito religioso en la muestra de la encuesta que acompaña al informe del Defensor del Pueblo es extrapolable o no al conjunto de la población en la forma que, según han publicado en portada algunos medios, daría 440.000 personas. Cuando tomamos una muestra de una población, siempre estamos cometiendo un error. 

Para calcular el error, hay una fórmula, pero también se puede encontrar su cálculo automático directamente en internet. Para una población total cercana a 39.000.000, la muestra lograda por la encuesta del informe (8.013 personas) genera un error que el informe dice que es como máximo de 1,1 (para un margen de confianza del 95%). Eso significaría que el 1,13% de personas abusadas podría ser 1,1 mayor o 1,1 menor, es decir, 1,13+1,1%=2,23% de personas abusadas o 1,13%-1,1%=0,03% de personas abusadas. 

En otras palabras, el porcentaje de personas que han sufrido abusos en ámbitos religiosos es exactamente 1,13% de la muestra, pero no sabemos cuál es la proporción de la población total, aunque sí sabemos que está entre 2,23% y 0,03%. En cantidades absolutas la posible oscilación sería entre más de 800.000 y menos de 12.000 personas abusadas. Quienes afirman que la cantidad es 440.000 no tienen en cuenta el error, toman el 1,13% como fijo y lo multiplican por la población total considerada, lo que da unos 440.000. 

En realidad, ese 1,1 de error de muestreo aleatorio es el máximo. Seguro que en la encuesta ya terminada habrá sido menor, pero hoy no lo sabemos en concreto, con la información que hasta ahora se ha hecho pública. En todo caso, tanto la ciencia como todas las personas de diferentes opciones que trabajamos al servicio de las víctimas y supervivientes seguiremos centrando nuestras energías en aplicar las soluciones científicamente contrastadas que ya están publicadas hace tiempo por la comunidad científica internacional. 

Ana Burgués, profesora de la Universidad de Granada
Javi Díez y Ramón Flecha, coautores del libro “Estadística básica para educadores”
[Imagen: Unsplash]
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Por Ana Burgués

Profesora de la Universidad de Granada. Miembro de la Red MeToo Universidad.