¿Opuestos o unidos?

En las relaciones con otras personas existe un elemento que es clave y que interesa a la mayoría. Se trata del lenguaje y del efecto que tienen sus características en las interacciones. Resulta valioso, por las consecuencias que puede tener, reflexionar sobre lo que nos aporta la investigación sobre el vínculo entre el lenguaje del deseo y el lenguaje de la ética en las relaciones e interacciones que se dan en la escuela. En materia de convivencia, la evidencia científica nos puede dar luz para poder tomar decisiones que tengan impacto en las vidas del alumnado, profesorado y familias.

El lenguaje del deseo se refiere a la capacidad de generar atracción y deseo a través de la comunicación entre personas, y suele ser el que se da entre iguales y amistades en diversos entornos. Cuando alguien se refiere en clase a algo o alguien atractivo, usa un tipo de gestos, palabras y miradas que destacan el deseo que genera esa persona; por ejemplo, ”este es un campeón”, con todo lo que conlleva ese comentario. 

El lenguaje de la ética es el que describe los valores sociales y éticos en una persona. En la escuela se repiten las ocasiones en las que se habla de un alumno o alumna que cumple las normas y que es buen estudiante, al que muchas personas describen  así: “es buen chaval, un ejemplo”, definiendo en los actos comunicativos los valores que lo acompañan. 

De entrada, debemos especificar que lenguaje del deseo y lenguaje de la ética no tienen por qué ser opuestos; ello dependerá del enfoque de socialización que fundamente la interacción. Si son relaciones llamadas tradicionales, en las que existe doble moral, y en las que se separan estas ideas de deseo y ética, existirá una oposición a generar atractivo hacia los valores éticos y hacia las personas que se mueven en base a ellos. Son entornos o relaciones en los que se unen atractivo y violencia. Así pues, si el lenguaje de la ética está desprovisto de atractivo, con relaciones buenas y con valores éticos, se conciben como mensajes de tipo moralista y exentos de deseo. Todo ello ha provocado que, durante siglos, se perciban como atractivos aquellos que son violentos.

Por estos argumentos es vital que se promueva la creación de espacios en los que se posibilite un lenguaje del deseo que vaya unido al lenguaje de la ética y, sobre todo, que tenga lugar entre iguales. Sabemos que el diálogo entre iguales que va en esta línea supone la liberación de las cadenas del discurso coercitivo imperante que impulsa a tener atracción hacia personas que no tienen buenos valores y que usan la violencia.

Las tertulias dialógicas son un espacio educativo que permite crear las condiciones en las que el diálogo entre iguales une el lenguaje del deseo al de la ética, mientras los niños y niñas hablan sobre las mejores creaciones de la humanidad. Expresan sus opiniones, sentimientos, reflexiones y pensamientos con sus compañeras y compañeros de clase. Ellos y ellas son los protagonistas de los diálogos y de los argumentos, por lo que entre ellos se hablan con lenguaje del deseo, por el simple hecho de compartirlo en igualdad y por las obras que se usan. En ellas aparecen temáticas que están relacionadas con el deseo, como por ejemplo: 

  • el amor romántico, como ideal basado en la igualdad y sentimiento profundo, que aparece de forma habitual en las obras que son las mejores creaciones de la humanidad; 
  • la valentía y el coraje de los personajes para afrontar las vicisitudes a las que se enfrentan en la historia, que es un tópico clave y recurrente en este tipo de obras;
  • la atracción basada en valores sociales, que surge en las obras de más calidad, con muchas interacciones y relaciones en las que se visibilizan actitudes atractivas con componentes éticos.

Así, pues, aunque no siempre es fácil para el profesorado conseguir esa unión entre lo que es bueno y lo que atrae al alumnado, las tertulias dialógicas son una manera especialmente efectiva de unir lenguaje del deseo a lenguaje de la ética entre iguales.

[Imagen: Unsplash]
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Maestro de educación especial y primaria. Profesor de la Universidad Internacional de Valencia. Sus líneas de investigación incluyen las Actuaciones Educativas de Éxito, la inclusión educativa, las Nuevas Masculinidades Alternativas y la socialización preventiva de la violencia de género.