Cada vez nos preocupamos más por la salud. Se habla constantemente de cuáles son los elementos que inciden o nos protegen para vivir más tiempo y con más salud. Algunos de ellos, como el factor del sueño, el cuidado de la alimentación, el ejercicio y el estrés son factores sobre los cuales, en los últimos años, se ha sensibilizado más a nivel preventivo en todas las edades. Otro de los factores relevantes y que últimamente hemos conocido más es establecer relaciones de calidad, buenas amistades, muchas o pocas, pero profundas, porque nos ayudan a extender nuestro bienestar y salud y nos protegen de relaciones tóxicas.

En cambio, considero que hay un factor importantísimo del que nos cuesta más hablar, como es el impacto que tienen en nuestras vidas los ligues esporádicos con desprecio. Entendemos como ligues esporádicos con desprecio aquellas relaciones afectivosexuales no estables que albergan una interacción no basada en el buen trato.

Un ligue o una interacción afectivosexual tiene desprecio cuando la otra persona te agrede, te humilla, desprecia tu presencia, te miente,  te insulta,  te infravalora, o no respeta ni asegura tu consentimiento en cada una de las interacciones sexuales contigo, en toda su diversidad, bien sean con contacto físico o virtual.

Cada vez son más las evidencias sobre el impacto que una interacción de este tipo, por breve que sea, tiene en la salud de las chicas y chicos jóvenes. Quizás nos hagan falta más datos para poder incluir los ligues esporádicos con desprecio en las listas de aquello que impacta negativamente en la salud; o al revés, los ligues de buen trato en la listas de lo que protege nuestra salud. Quizás sea una cuestión de datos o quizás sea una realidad que nos cuesta más ver por todo lo que interpela y destapa en las continuas relaciones que se dan alrededor de las personas adultas, jóvenes y de niños y niñas. 

Lo que la investigación deja cada vez más claro es que es importante que lo hablemos, es un derecho que tienen las personas, especialmente nuestra infancia. Parece que en el futuro será una de las claves para extender nuestra salud. En este sentido, la investigación destaca la importancia de educar en su prevención a través de intervenciones con los grupos de iguales. Estos datos son coincidentes con las investigaciones que apuntan a que el cuidado de la salud mental se aborde cada vez más desde las interacciones entre iguales que se establecen en los contextos cotidianos. 

[Imagen: iStock]

 

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Durante 12 años, maestra de educación especial y asesora de educación inclusiva en la Generalitat Valenciana. Actualmente, profesora de la Universitat de València. Sus líneas de investigación incluyen las Actuaciones Educativas de Éxito en diversidad de grupos sociales y etapas de aprendizaje, la formación docente, la inclusión educativa y la socialización preventiva de la violencia de género.