Un diagnóstico que suele llegar tarde y después de mucho sufrimiento

Hoy en día, existe una literatura extensa acerca del trastorno del espectro autista (TEA), aunque siguen existiendo muchos interrogantes que es necesario resolver. Uno de ellos es cómo afecta el TEA en las mujeres, puesto que existe un sesgo de género en el diagnóstico temprano. Esto significa que las niñas, en comparación con los niños, tienen un mayor riesgo de no recibir un diagnóstico clínico. Esto conlleva que, en muchos casos, se obtenga el diagnóstico en la edad adulta, después de mucho sufrimiento y aislamiento social. 

Aunque la investigación sobre las diferencias de género en el TEA se encuentra en una etapa temprana, existen indicios de la existencia de un fenotipo de TEA femenino, en el que las mujeres manifiestan fortalezas y dificultades específicas dentro del espectro, lo cual repercute en que no se cumplan los criterios de diagnóstico actuales. Existen estudios que indican una mayor motivación social y una mayor capacidad para las amistades en las mujeres con TEA que en los hombres, siendo capaces de camuflar sus dificultades en situaciones sociales. Además, tienen menor probabilidad de presentar conductas externalizantes como problemas de conducta o impulsividad; aunque presentan mayor vulnerabilidad ante problemas internalizantes como depresión, ansiedad y problemas alimentarios. También suelen presentar comportamientos repetitivos y estereotipados con menor frecuencia.  

La identificación oportuna del TEA puede mitigar algunos de estos riesgos y mejorar la calidad de vida, por ejemplo, identificando necesidades y llevando a cabo intervenciones educativas que tengan muy en cuenta las interacciones de los iguales en el aula, aumentando el acceso a servicios y agentes externos, así como ayudando a fomentar un sentido positivo de identidad y pertenencia a la comunidad.

Por ello, es muy importante que se tenga en cuenta el sesgo de género no sólo en el diagnóstico clínico, sino también en la investigación. De ahí que congresos como CICFEM, en el que se pone el foco en la perspectiva de género, sean necesarios para dar a conocer y potenciar investigaciones que ayuden a superar discriminaciones por motivo de género. 

[Imagen: Pixabay]
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Por Mireia Barrachina

Doctora en Educación. Durante 10 años, pedagoga y orientadora educativa en diversidad de contextos. Actualmente, profesora de la Universidad de Valencia.