Siguiendo con la serie 10 principios para que las familias puedan ayudar a sus niñas o niños a aprender y tener éxito en la escuela, llegamos al octavo principio de la guía de la American Psychological Association.
Principio 8. Las niñas y niños son influenciados por las relaciones con las personas que les rodean: docentes, familiares, amigos, compañeros y el resto de personas de la comunidad.
Toda niña y niño necesita sentirse parte de su entorno, de las personas que le rodean. Cuidadores, maestras, personas adultas de la comunidad, entrenadores, compañeras y compañeros, etc. Toda persona de su entorno colabora en su desarrollo. El sentimiento de permanencia y conexión ayuda potencialmente a encarrilar un camino saludable en cualquier actividad ya sea académica, deportiva, artística u otra.
La relación que tú, como persona adulta de su entorno cercano, tienes con el menor irá cambiando conforme crezca, pero no dejará de tener importancia. Es posible que escuchemos o leamos que para los y las adolescentes la autonomía es más importante que las relaciones con adultos, pero eso no es cierto. Necesitan autonomía y relaciones de alta calidad con personas adultas. La relación cambiará y el rol de las personas adultas será más de guía, pero igualmente importante.
Relaciones adulto-niño:
Ofrecer a los pequeños y pequeñas relaciones de calidad con las personas adultas cercanas beneficia tanto a su éxito académico como social. Respecto a sus maestras o maestros, podremos detectar la calidad de su relación, especialmente manteniendo diálogo igualitario en tutorías o ejerciendo como voluntariado, colaborando activamente con el profesorado. Es importante que el menor tenga en su centro educativo, al menos, un adulto de confianza. Tenemos que tener en cuenta que otras personas adultas fuera de la familia y el centro escolar también son importantes: personas de actividades y organizaciones extraescolares, como deportivas, religiosas, musicales, etc. Es interesante esforzarse en conocer a estas personas adultas con quienes se relaciona nuestra pequeña o pequeño, porque son personas que pueden ayudar en momentos difíciles, personas a las que pueden recurrir, y es muy positivo que no tengan solo el apoyo familiar, sino también en el resto de entornos en que se muevan.
Relación con sus iguales:
Estas relaciones son esenciales también para un desarrollo saludable. Desde la primera infancia la relación con sus iguales les sirve, entre otras muchas cosas, para practicar sus habilidades sociales. Si bien es cierto que, durante la adolescencia, algunas personas pueden elegir amistades con sus mismos gustos y de similares condiciones sociales y culturales, es muy beneficioso para su desarrollo que interaccionen con otras personas adolescentes de distintas culturas, opiniones, experiencias, etc. En esta etapa adolescente hay que añadir, además, las redes sociales: estas ofrecen un contacto con sus iguales mucho más amplificado y constante, y sus beneficios o perjuicios dependerán del uso que se les dé a dichas redes sociales.
¿Qué puede hacer la familia?
- Promueve una relación positiva con el profesorado de la pequeña o pequeño, que vea que hay buena relación entre el profesorado y su familia.
- Intenta conocer al profesorado del niño, dialogar, comprender tanto la perspectiva del niño como del docente, intentando no posicionarte, sino dialogar y comprender para llegar a conclusiones consensuadas.
- Anima al menor a buscar momentos para hablar e interaccionar con aquellas profesoras o profesores que consideres que son modelos positivos para él o ella, como en el recreo o entre clase y clase.
- Apoya al niño o niña para que cultive las amistades que tiene, y que se relacione de muy diversas formas (no solo con vídeojuegos).
- Habla con ella o él sobre el uso de las redes sociales y cómo las vive. Muchas veces las redes sociales tienden a provocar comparaciones constantes; hablar y hacerles conscientes puede ayudarles, mejorando su calidad de interacciones cara a cara con amigas y amigos.
- Consensúa normas, usos y tiempos de uso de las redes sociales, explicando y argumentando posibles perjuicios, consecuencias, etc.
- Está bien si animas y refuerzas más ciertas amistades que otras porque te preocupan sus influencias. Ten en cuenta que no podemos ni debemos controlar sus elecciones, aunque sí podemos reforzar y motivar aquellas que sean beneficiosas, sanas, positivas.
- Anímale a establecer amistades más allá de su círculo; esto le ayudará a expandir sus perspectivas, a ganar empatía, conocer otros puntos de vista y ser mucho más productivo.
[Puedes leer aquí los anteriores artículos de la serie]
[Imagen: Freepik]
Maestro de educación primaria y especialista de inglés