Hay muchísima investigación sobre lectura y sigue creciendo. No obstante, tanta información ha dado también lugar a malas interpretaciones y bulos. La Harvard Graduate School of Education nos ayuda a clarificar 4 bulos extendidos sobre la lectura con sus respectivas evidencias: 

Bulo 1: “La ciencia de la lectura trata de un programa, currículum o enfoque instructivo.”

  • Evidencia: Se trata de un término amplio de más de 50 años de investigación de diversas disciplinas (educación, psicología, lingüística, neurociencia, sociología, patologías del habla y el lenguaje, etc.) sobre cómo las niñas y niños aprenden en profundidad la lectura y escritura. La ciencia de la lectura, con todas sus ramas científicas, debe ser la guía de toda persona que enseñe lectura en las escuelas.

Bulo 2: “La ciencia de la lectura sugiere que las habilidades deben enseñarse de forma aislada.”

  • Evidencia: La instrucción efectiva para la lectura incluye diversas competencias integradas. Por ejemplo, trabajar a la vez el pensamiento crítico y construir una base de vocabulario y contexto previo que mejore la comprensión del texto.

Bulo 3: “La ciencia de la lectura promueve que el aprendizaje de la lectura deba enfocarse en la fonética (los sonidos de las letras) y decodificar (conocer la formación de sílabas que hacen las letras y la formación de palabras que crean las sílabas).”

  • Evidencia: el reconocimiento del sonido de letras y decodificar es esencial para la lectura, pero la comprensión lectora y el lenguaje oral son igual de importantes.

Bulo 4: “La ciencia de la lectura está separada del entorno cultural de enseñanza.”

  • Evidencia: La enseñanza-aprendizaje cultural y la lectura van de la mano. Generaremos habilidades y prácticas lectoras para toda la vida si hacemos de la lectura una actividad inclusiva, estimulante, que suponga retos intelectuales, y si las maestras y maestros mantenemos altas expectativas.

¿Cómo podemos incorporar estas evidencias a nuestras aulas y no caer en bulos?

Precisamente, las tertulias literarias dialógicas (TLD) recogen todas estas evidencias:

1: Se trata de una actuación educativa de éxito, basada en las investigaciones de impacto social y reconocidas en la comunidad científica internacional, englobando multitud de ramas científicas. 

2: Desarrolla el pensamiento crítico y reflexión; se debate y dialoga antes, durante y después de la lectura sobre el texto, su contexto, vocabulario, etc. 

3: Al leer los textos con otras personas y dialogar sobre el contenido, se favorece el lenguaje oral y la comprensión entre todas y todos. Se lee y se habla sobre lo que se lee.

4: Involucra a las familias, a la comunidad, en la lectura. Así se incorporan todas las voces y la diversidad enriquece, aportando mayor conocimiento sobre los textos. El entorno cultural es incluido y este aporta a la enseñanza de la lectura. Tiene como base las altas expectativas al tratarse de textos de calidad, que suponen un gran reto cognitivo. Además, esta forma de lectura compartida genera mejoras y promueve realmente hábitos lectores y amor por la buena literatura. 

[Imagen: Freepik]
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Maestro de educación primaria y especialista de inglés