Ander Erice (izquierda) y Mikel Legarreta (derecha)

Entrevista a Mikel Legarreta, preparador físico del Bilbao Athletic y Ander Erice, analista del Bilbao Athletic

El Athletic Club es un club de fútbol “unique in the world” ya que es el único club de fútbol en el mundo cuyos jugadores y jugadoras son o se forman en el entorno en el que han crecido. Muchas personas del entorno conocen, son amigas, vecinas de algún jugador o jugadora de este club, y esa cercanía es una seña de identidad. En lo que respecta a la educación, el Athletic siempre ha sido un club comprometido con el futuro de sus jugadores y jugadoras. Por ejemplo, es conocido que el club se preocupó de que Asier Villalibre no jugara un importante partido ya que al día siguiente tenía el examen de la prueba de acceso a la universidad. Para conocer más sobre el impacto social de este club en educación, hablamos con Mikel Legarreta, Preparador físico del Bilbao Athletic y Ander Erice, analista del Bilbao Athletic.

 

¿Qué creéis que aporta el Bilbao Athletic a la educación de los y las jóvenes que se están formando en el club?

Mikel: Tanto los chicos como las chicas de todas las categorías no tienen solo una formación basada en el fútbol, sino que es una formación íntegra. Los jugadores y las jugadoras a las mañanas van a diferentes colegios y por las tardes llegan a Lezama y hay profesores con los que realizan clases además de entrenamientos en campo y en el gimnasio. Ese apartado académico les ayuda a crecer como personas, no solo como jugadores. Una vez que llegan a unas edades en las que el jugador en otros equipos sigue la vía profesional o sigue la vía educativa… en este caso, los jugadores tienen la oportunidad de hacer esa formación dual, que es entrenos a las mañanas y a las tardes siguen sus estudios, tanto formación profesional como carrera universitaria. El 80% de jugadores que tenemos este año están con sus carreras universitarias. Al final sabemos por estadística que solo el 2% de los jugadores llegan al primer equipo, que es un dato muy pequeño y lo recalcamos mucho para que puedan seguir estudiando y que sepan que si no pueden vivir del fútbol tienen que tener un abanico de posibilidades para poder labrarse un futuro.

Ander: Yo opino lo mismo, al llevo un año y conozco menos Lezama, pero por lo que he visto los entrenadores sí que aportan ese enfoque futbolístico, pero tienen una implicación bastante grande para que los chavales desde edades muy tempranas hasta lo que ha dicho Mikel, para que puedan a edades avanzadas seguir estudiando y que le den mucho valor a la educación. Porque al final solo hay un porcentaje mínimo que puede vivir del fútbol.

 

¿El club aporta algo especial a nivel educativo a los jugadores y las jugadoras?

Mikel: Es verdad que en el club desde que entran de pequeños se genera un sentido de pertenencia. Al final toda la historia y la filosofía del club ayudan a que el jugador se sienta partícipe y que vea que es un club diferente, que es especial. Luego también hay un proyecto que realiza el club que se llama “Garatuz” que cada etapa se centra en trabajar un ámbito transversal de la sociedad. Por ejemplo, la temporada pasada los infantiles trabajaron de manera conjunta, los chicos y las chicas, el tema de la diversidad, de la igualdad y cada etapa está trabajando un apartado. Los jugadores que son más mayores estuvieron trabajando el tema de las apuestas, que es una de las cuestiones que en la actualidad afectan a nuestra sociedad. Entonces, este programa se centra en educar a los jugadores y las jugadoras en diferentes ámbitos, educativos y sociales, para que el jugador no se quede con solo lo que es el fútbol, sino con una visión mucho más grande.

Ander: En mi caso no conozco tanto estos proyectos porque los voy a conocer este año. Sí que he visto lo que ha dicho Mikel, cómo cada etapa trabaja diferentes aspectos que afectan a la sociedad y que son muy importantes para su desarrollo personal y profesional.

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Por Garazi Álvarez

Profesora e investigadora en Educación en la Universidad del País Vasco