La literatura científica ya ha demostrado los beneficios del amor romántico como factor protector clave en la prevención de la violencia. Sin embargo, persisten debates que confunden el amor romántico con “los mitos del amor romántico”, asociándose erróneamente con la violencia de género. Es importante entender que estos mitos no son características del amor romántico. Esta confusión ha tenido efectos negativos en la implementación de programas de prevención y educación afectivosexual, promoviendo relaciones poco saludables y no seguras.

Este artículo parte de un estudio científico que realiza una revisión de la literatura histórica, ofreciendo 6 claves para educar en el amor romántico sin confusiones: 

1. El amor romántico no es una creación del patriarcado que promueve relaciones heterosexuales que normalizan la coerción y la falta de libertad. 

Los textos clásicos más significativos y citados hoy en día sobre el amor romántico son los versos de amor de una figura fundamental del feminismo hace 26 siglos: Safo de Lesbos. Como ella, en la literatura encontramos múltiples ejemplos de mujeres, como María de Francia y Fanny Mendelssohn, que han creado obras artísticas que celebran este ideal, desafiando la coerción y la falta de libertad. Tal vez sea necesario reflexionar sobre las y los referentes que utilizamos a la hora de analizar el ideal de amor romántico. Dialogar con nuestro alumnado sobre los poemas y escritos de estas mujeres podria ayudar a desarrollar un concepto más profundo, feminista y transformador que les lleve a relaciones románticas —esporádicas o estables— más libres y seguras. 

2. El amor romántico no ha sido creado en las sociedades occidentales modernas. Es un ideal que aparece, a lo largo de la historia, en multitud de culturas y lugares del mundo. 

Este concepto no es exclusivo de una cultura o época, sino que se encuentra en diversas culturas a lo largo de la historia. Es un sentimiento que ha sido parte de la experiencia humana durante siglos, y se ha escrito sobre ello en múltiples culturas. Por ello, analizar el amor romántico desde una postura meramente occidental resulta sesgado y perjudicial porque, además, en entornos educativos ha sido costumbre analizar este ideal mediante el visionado y comentario de series o películas actuales donde se confunde el amor romántico con relaciones despreciativas muy violentas. Esto puede llevar a una confusión grave, que las y los adolescentes crean que el amor romántico es violento, quitándoles la oportunidad de soñar con ese amor libre, profundo y sincero que se encuentra en la literatura de múltiples generaciones y lugares.

3. Del privilegio a la pasión: la evolución del amor romántico como símbolo de libertad. 

El ideal del amor romántico, en sus distintas denominaciones, ha sido un anhelo universal a lo largo de la historia, aunque inicialmente reservado a la élite. Durante el Romanticismo, se democratizó, marcando un cambio cultural donde el valor personal se destacó sobre el estatus social. Investigaciones recientes revelan su vínculo con transformaciones sociales del siglo XVIII, sugiriendo que la prosperidad económica liberó a las personas para elegir el amor por encima de las presiones sociales. Sin embargo, ante la libertad de elección, actualmente nos encontramos ante un riesgo analizado por estudios científicos: la influencia del capital depredador en el desarrollo de relaciones tóxicas. El capital y la industria nocturna ejercen una presión coercitiva sobre los y las jóvenes, promoviendo comportamientos dañinos y perpetuando dinámicas tóxicas en las relaciones. Es crucial romper con este discurso dominante coercitivo, ofreciéndoles espacios de diálogo seguros donde recuperen su libertad para escoger.

4. El amor romántico, al contrario de lo que afirman los mitos, nació para defender la libertad en las relaciones afectivas y sexuales. 

El amor romántico ha sido un poderoso aliado en la lucha por la libertad de elección en las relaciones afectivas y sexuales. En distintas épocas y culturas, este ideal desafió las restricciones impuestas por señores y familias, permitiendo a las personas elegir por sí mismas a sus parejas. Obras como “Butterfly Lovers” o “Romeo y Julieta” reflejan su lucha contra la opresión. La modernización trajo consigo una mayor autonomía en la elección de pareja, favoreciendo el amor romántico como criterio primordial, trascendiendo culturas y fronteras. Incluso en comunidades históricamente marginadas, como las poblaciones negras esclavizadas, el amor romántico representó la libertad y la autodeterminación. El amor romántico ha sido y sigue siendo un poderoso aliado para desafiar las presiones sociales y promover relaciones libres.

5. En el amor romántico las mujeres también son salvadoras.

En la narrativa romántica, el papel de protector y salvador no siempre recae en los hombres, desafiando así un mito arraigado. En obras como “Fidelio” de Beethoven y “Fuenteovejuna” de Lope de Vega, las mujeres toman el liderazgo en la lucha por la justicia y la libertad, desafiando los roles de género tradicionales. Incluso en la literatura asiática, se encuentran ejemplos de heroínas femeninas. Investigaciones sobre violencia de género destacan la importancia del apoyo a las víctimas y a quienes las apoyan, independientemente de si el salvador es un hombre o una mujer, subrayando la importancia de este apoyo a la hora de que la víctima busque ayuda y en su recuperación. 

6. El amor romántico como liberación de relaciones forzadas y coaccionadas. 

El amor romántico no solo ha sido una fuerza liberadora al permitir que las personas elijan sus parejas en lugar de someterse a matrimonios concertados. Las relaciones sexuales fuera del matrimonio antes del amor romántico no eran en su mayoría una decisión libre sino una imposición de los hombres poderosos. Las atrocidades contra las mujeres, incluidas las violaciones, han sido una triste realidad a lo largo de la historia, documentada en diversos contextos y periodos. El “droit du seigneur”, una práctica feudal, otorgaba a los señores el derecho de pernada sobre las mujeres en su noche de bodas, ejerciendo poder y opresión. Sin embargo, el amor romántico permitió a los amantes escapar de esta opresión y vivir en libertad.

Este estudio desmiente los “mitos del amor romántico” a partir del análisis histórico del ideal del amor romántico, mostrando su verdadera naturaleza liberadora y protectora. Estas claves nos permiten tomar decisiones fundamentadas a la hora de rechazar formaciones que atacan al amor romántico y resaltan la necesidad de crear en nuestros centros educativos espacios de diálogo que profundicen en el ideal del amor romántico a través del cual nuestro alumnado pueda elegir libremente sus relaciones.

[Imagen: Freepik]

Por Mireia Barrachina

Orientadora educativa en la Conselleria d'Educació de la Generalitat Valenciana. Profesora asociada en el Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universitat de València