Recientemente publicamos, a partir de la lectura y diálogo sobre el artículo Barreras y facilitadores para revelar abuso sexual en la infancia y la adolescencia, algunas claves para favorecer la denuncia de abuso sexual cuanto antes, destacando lo importante que es contribuir desde los espacios educativos a crear ambientes seguros donde los niños, las niñas y adolescentes puedan aprender a identificarlo, incluso preverlo, y sobretodo donde sientan la libertad de denunciarlo (dentro o fuera de la escuela), sabiendo en quién confiar porque sentirán su apoyo.

De este modo, existen ya en todo el mundo muchos centros escolares donde se están llevando a cabo acciones que permiten dialogar en torno a conceptos que permiten a los y las menores poner nombre a situaciones, sentimientos y actitudes protectoras, facilitadoras de relaciones saludables y de calidad, dotándolas de atractivo, en contraposición a aquellas que no lo son, y permitiéndoles, pues, reconocer estas últimas para pedir ayuda y detenerlas. 

Entre estas acciones, los centros educativos que se preocupan por implementar actuaciones educativas de éxito como el modelo dialógico de prevención y resolución de conflictos y el club de valientes violencia cero, así como por promover espacios de diálogo como las asambleas de representantes, por ejemplo, aseguran trabajar contra el abuso sexual infantil. No hacerlo ya no es una opción para estos centros. Estas acciones abren posibilidades de dialogar sobre qué es la amistad, la importancia de la solidaridad, qué significa el buen trato, cómo protegerse a sí mismo y a otras personas, con quién nos gusta estar, qué es la coacción o la presión social, etc. Pero no es solo un diálogo, sino que son conversaciones que giran en torno al conocimiento que proporcionan las evidencias científicas, y este hecho marca la diferencia. Las interacciones que se crean —y recrean en otros espacios— pasan a formar parte de una práctica habitual y natural que protegerá a la infancia y a la adolescencia, ya que les posibilitará acceder a rigurosa información y a aprendizajes y formas de socialización de calidad. 

Si en tu centro educativo dais el paso valiente de trabajar por la erradicación del abuso sexual infantil, podéis abrir espacios de diálogo con familiares, profesorado y alumnado a partir de lecturas dialógicas con base científica

[Imagen: Freepik]
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Por Elísabet Gómez

Maestra de educación infantil y primaria