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Lo que dice la evidencia

En las escuelas, a menudo, nos llegan informes con recomendaciones educativas para el alumnado que presenta diagnóstico en TDAH por parte de especialistas clínicos o médicos. En muchos de ellos nos aconsejan realizar adaptaciones educativas como reducir los enunciados para que sean más comprensibles, ofrecer un tiempo adicional en los exámenes y/o realizarlos en una habitación aislada. Sin embargo, estas prácticas no están respaldadas por la evidencia científica

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es una alteración del neurodesarrollo que afecta, mayoritariamente, a niños y niñas a partir de 6 años y que puede prevalecer hasta la edad adulta. Aunque la sintomatología es diferente para cada persona, este trastorno se caracteriza por dificultades en la atención, hiperactividad e impulsividad que interfieren significativamente con el funcionamiento diario y el rendimiento académico o laboral.

Este artículo científico revisa sistemáticamente la literatura de investigación sobre adaptaciones educativas para niños, niñas y adolescentes con TDAH. A nivel general, concluye que la mayoría de estas adaptaciones no muestran evidencia de beneficios específicos para los estudiantes con TDAH, y muchas de ellas tienen pocos o ningún estudio científico que las respalde. Esto puede ser contraproducente si solo se llevan a cabo este tipo de adaptaciones y no otras actuaciones educativas basadas en evidencias. Además, muestra cómo tanto alumnado como profesorado no están satisfechos con dichas adaptaciones.

Las investigaciones que sí han mostrado evidencia en el rendimiento educativo en alumnado con TDAH se centran en la mejora de habilidades organizacionales, actuaciones focalizadas en la convivencia escolar y mejora de la conducta (ante la comorbilidad con el trastorno de conducta),  así como un mayor refuerzo en las habilidades de lectura y escritura en entornos interactivos de aprendizaje.

Es muy importante no dar por válidas todas las creencias aunque estén muy instauradas o provengan de otros especialistas que creemos que tienen mayor reconocimiento. Yo misma, como orientadora educativa, me he visto en la situación de ofrecer este tipo de recomendaciones en el pasado, creyendo que era lo mejor para el alumnado. Sin embargo, desde que apuesto por una educación basada en evidencias me cuestiono todas mis creencias e investigo. Esta era una de ellas. La plataforma Adhyayana puede ayudarte también a ti a distinguir mitos y evidencias educativas.

[Imagen: Freepik]

Por Mireia Barrachina

Orientadora educativa en la Conselleria d'Educació de la Generalitat Valenciana. Profesora asociada en el Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universitat de València