– En esto veo, Melibea, la grandeza de Dios.
– ¿En qué Calisto?
Apenas comenzamos la lectura de La Celestina en la clase de primero de bachillerato, una alumna levanta una mano casi retando al autor y pregunta cómo es posible que esos dos personajes se llamen por su nombre si supuestamente no se conocen. Su amiga, sentada a su lado, le responde con complicidad:
«Pues como tú con X., que nunca os habéis dirigido la palabra, pero sabes perfectamente cómo se llama, dónde vive y hasta el número de teléfono.»
La clase comienza a mirar la obra de otro modo, con cercanía y con la sensación de que empiezan una gran obra que algo tiene que ver con sus vidas.
En estas fechas andamos los docentes de Lengua y literatura cerrando las lecturas que vamos a hacer en el aula con nuestro alumnado y es inevitable el debate sobre si leer clásicos o no, a pesar de las sólidas evidencias científicas que demuestran la importancia de leer las mejores obras, como ya se ha explicado en este mismo periódico.
La Celestina es una de las obras más cuestionadas. Sin embargo, cada curso, el propio alumnado de nuestras aulas nos muestra que, gracias a las tertulias literarias dialógicas, disfrutan profundamente de esta obra, desafiando a quienes afirman que no es para todo el mundo, y son capaces de acercarse a ella con una mirada propia, actual y profunda.
En las tertulias dialógicas del curso pasado, concretamente, me impactaron algunas voces como la de C. que, ante la trayectoria vital de Pármeno y Sempronio (que quiebran la confianza entre ellos mismos y sus amigos, delinquen y matan hasta su propia destrucción), pidió la palabra para compartir cómo le recordaban esas vidas a las de algunos amigos que había dejado en su país, tan violento, donde “muchos muchachos se dañan la vida por nada”, como en este caso, decía, “por una cadena de oro”.
Los temas que se tratan en el libro son de tal actualidad y tan esenciales para el ser humano que, con el adecuado trabajo en el aula o en la biblioteca tutorizada a través de lectura dialógica y de tertulias literarias dialógicas, ayudan a los y las adolescentes a reconocerse, a plantearse sus relaciones y sus actuaciones en la vida real. Por ejemplo, A., alumna de tercero de ESO, tras leer el planto de Pleberio ante el suicidio de su hija, dice:
«Cómo me recuerda a mí y a mi padre, él se mata por darme todo lo que él cree que es lo mejor, pero yo tengo la sensación de que no me conoce.»
Y reflexiona sobre la necesidad de mejorar esa relación a través del diálogo.
El relato de la relación entre Calisto y Melibea, la coerción y el consentimiento fueron capaces de superar la barrera del lenguaje del siglo XV y hacer que el alumnado le viera sentido a la lectura que se les proponía, que comparara ese mundo de ficción con sus propias vidas y experiencias, algunas de ellas muy duras, y que gracias a la tertulia dialógica rompiera el silencio al que tantas víctimas se sienten condenadas.
La lectura de los clásicos es especialmente beneficiosa en los adolescentes, tal y como ha demostrado la investigación. El disfrute que he podido ver en mi alumnado incluye estos planteamientos vitales y éticos, pero también el placer estético ante la propia obra de arte, la satisfacción por haber superado el reto intelectual de leer una obra del siglo XV y de plantearse sus relaciones y su futuro con otra mirada.
Cuando le conté a J., alumna de primero de Bachillerato, que estaba escribiendo este artículo, me mandó un mensaje que creo que es el mejor cierre para mis palabras. Estas las dice una adolescente sobre La Celestina… No podemos negarle a ningún chico o chica que viva esta experiencia:
«Una de las lecturas con la que más aprendí y disfruté durante este curso fue La Celestina.
Es increíble cómo un clásico perteneciente al siglo XV trata temas actuales tan trascendentales para la gente de mi edad como el discurso coercitivo, la violencia de género, la importancia de las amistades, las falsas apariencias… pero, evidentemente, por eso es un clásico. […]
En un futuro quiero ser profesora de literatura e intentaré que mi alumnado lea esta obra para que les ayude a analizar más críticamente todo lo que nos rodea.»