Alfonso Rodríguez, de México, estableció una maravillosa relación entre el libro de literatura que estaba leyendo y el libro de ensayo que terminaba de leer y debatir. En el relato de los tres ancianos de las “Mil y una noches”, uno es extraordinariamente bueno con sus dos hermanos. Más o menos conviven, hasta que aparece una mujer atractiva que elige al bueno y eso sí que ya no lo pueden resistir y tiran a los dos amantes al mar. En la sociedad dialógica se desarrolla el concepto de celos éticos que alcanzan la máxima intensidad cuando la persona que triunfa más y resulta más atractiva es también la más buena. 

Al ser el autor del libro y del concepto, las palabras de Alfonso me han generado una intensa comunicación interna sobre la relación entre mi creatividad científica y las narrativas que he disfrutado a lo largo de mi vida. Mi autoconcepto es de una persona con una gran creatividad intelectual pero también sé que se lo debo todo a las demás personas, incluidas quienes escribieron los mejores libros de literatura de la humanidad. 

¿Habría sabido crear el concepto de celos éticos si no hubiera leído y escuchado cuentos de las “Mil y una noches” desde mi más tierna infancia? Mi respuesta es que no. Cuando creé este concepto no pensé conscientemente en relatos como el de los tres ancianos, sino en otras situaciones de la sociedad actual. Pero ¿habría tenido esa mirada hacia esas situaciones sin las narraciones previas? Mi respuesta vuelve a ser que no.

Espero que ningún postmoderno o deconstruccionista se alegre al malinterpretar lo que acaba de leer; estoy diciendo lo contrario de personajes como Derrida, no tengo ni la menor intención de deconstruir nada, lo que me motiva es lo contrario: construir. Para Derrida, la ciencia es una narrativa más, con lo cual intenta inútilmente destruir ambas, las ciencias y las narrativas. El cuento de los tres ancianos es una narrativa, no hace una explicación histórica, científica de una realidad. El concepto de celos éticos explica la realidad de forma científica, susceptible de refutación con nuevos argumentos y evidencias. 

Dijo García Lorca que “El hombre se acerca por medio de la poesía con más rapidez al filo donde el filósofo y el matemático vuelven la espalda en silencio”. He creado y crearé relevantes conceptos intelectuales y científicos que no habría logrado crear si antes los cuentos clásicos no me hubieran llevado hasta la misma fuente de donde nacen. Nada más llegar a visitar a mis hijos y mi enamorada en Cambridge, he visto un libro de “La Ilíada” en la mesilla de la cama del pequeño. Veníamos de ver “Romeo y Julieta” en los jardines del King’s College. Esas narrativas y los libros científicos no suman sus efectos, los multiplican.

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Por Ramón Flecha

Catedrático Emérito de la Universidad de Barcelona. Investigador número 1 del ranking científico internacional Google Scholar en las categorías de "gender violence" y "social impact" (violencia de género e impacto social, respectivamente). Director de REVERS-ED.