“Hola, buenos días, somos vecinos de Albal, nos gustaría haceros saber que nos han llegado las bolsas de comida con alguna carta de vuestros alumnos. Desde el vecindario os damos las gracias de corazón por aportar un poquito de esperanza en esta situación, nos emocionaron mucho y por ello las hemos colgado en el punto de recogida de comida que hemos montado en el local de nuestro barbero, ya que él lo ha perdido todo ha decidido aportar su local para que todo el vecindario pueda recoger todo lo que sea necesario. De nuestra parte muchas gracias de corazón a todas las familias que han aportado en este desastre”
Son días difíciles en Valencia, territorio de personas valientes. Son muchísimas las personas que desde los primeros momentos del desastre, el pasado 29 de octubre, no cesan en su intento de seguir tejiendo relatos de optimismo, ayuda y cuidado entre la sociedad Valenciana. Como decíamos en un artículo anterior, también las escuelas son muy importantes en estos momentos.
En esta ocasión entrevistamos a Ruben Mora, director de Educación Primaria de las Escuelas San José (Jesuitas) de Valencia, a raíz de una bonita iniciativa que ha tenido un gran impacto en las redes sociales. Esta escuela, situada en Valencia, no se ha visto específicamente afectada por la DANA, sí algunas de las familias que acuden a la escuela.
¿Nos podrías contar en qué consiste la iniciativa?
El centro fue rápidamente un centro de recogida de alimentos y otros productos para luego distribuir en las localidades más afectadas, en colaboración con la Fundación Benclinic. Uno de los objetivos era hacer partícipe a toda la comunidad. El alumnado más mayor (secundaria, Bachillerato y FP) se encargaban de la distribución y organización de todos los productos en bolsas individuales para entregar a las personas afectadas en mano. En el caso del alumnado más pequeño, pensamos que podrían elaborar cartas, en el caso de los últimos cursos de primaria, y dibujos, en el caso de los más pequeños. Durante toda esta semana cada pack familiar de alimentos que llegaba a Paiporta, Aldaia, Albal, Picanya… iba acompañado de uno de esos papelitos cargados de AMOR.
¿Por qué era importante promover una iniciativa así?
Pensábamos que era importante compartir palabras de amor y de cuidado entre las personas. Que tuvieran un mensaje de ánimo y apoyo. Para ello, cada niño o niña personalizaría una carta y un dibujo para adjuntar a esa carta. Todos los niños y niñas fueron acudiendo al punto de recogida para introducirlas en las bolsas, que luego desde la Fundación, con las furgonetas, entregaban a la gente.
¿Qué impacto está teniendo?
Las cartas están emocionando a muchísimas personas que se han visto afectadas por las inundaciones. Hemos tenido bastante feedback por diferentes contactos o por redes sociales, que nos han ido contando lo que les ha transmitido. Las personas han publicado vídeos y fotos en redes mostrando como esas cartas y dibujos adornaban ahora espacios donde queríamos que la gente sintiera nuestra esperanza y apoyo. En especial nos emocionó la carta que recibimos de Carmen Amoraga, escritora y que fuera Directora General de Cultura en la Generalitat Valenciana y que vive en Picanya. Casualmente una de las cartas le llegó a ella. Lo que nos cuentan todas estas personas nos hace sentir que en cierto modo se cumple el deseo de que nuestros peques, desde un sentimiento sincero de solidaridad, pudiesen ser fuente de ánimo, alegría, amor y sobre todo de cuidado de personas… Esta es la infancia que queremos para ese sueño de un futuro mejor.
Desde una parroquia de uno de los pueblos más afectados nos contaban:
“Buenas noches, estamos muy agradecidos a todos los voluntarios que nos han ofrecido de todo (…) la gran sorpresa fue el viernes que, bueno, pues iban repartiendo bolsas todas selladas, muy aseadas y me dieron una bolsa (…) cuando la abrí pues había diversas cosas (…) lo que más me llamó la atención fue unos sobres que habían con unos escritos de los niños, al verlo me emocioné muchísimo y os quiero mandar las gracias a los niños, a todos, pero sobre todo a los niños que yo he recibido este folio porque es precioso y además noto en las fotografías y el escrito que lo han hecho con mucho amor para los que estamos en esta zona. Os doy muchas gracias y fuerza para que sigáis estudiando”
Iniciativas como estas nos muestran la importancia que en estos días tienen los relatos y relaciones que se crean en la ilusión de construir, también con la fuerza de las palabras y los sentimientos, nuestra sociedad, con especial cariño ahora, la valenciana.