Tradiciones navideñas, una bella forma de crear recuerdos felices
Por fin llegó una de las noches más especiales del año para muchas personas, la noche de los Reyes Magos. Para mí es una noche especial por los recuerdos y sentimientos que atesoro de cuando era niña. Me llevan a los momentos mágicos que vivía con mis abuelos; preparábamos la comida para los Reyes y sus camellos, poníamos algarrobas con mucho cariño pensando en que les ayudaría a continuar su largo camino y nos acostábamos muy temprano con una ilusión compartida que no sentía en ningún otro día del año.
La noche de los Reyes Magos es una tradición maravillosa llena de magia y felicidad, que como ya explicamos en un artículo puede contribuir a definir a las comunidades por la creencia que comparten. Y es que creer en los Reyes Magos mantiene ese brillo en la mirada de muy diversas personas. Pero para quienes piensen que es una cosa solo de cierta edad, compartiremos algunos de sus beneficios que se apuntan en esta investigación.
Se ha encontrado que quienes mantienen vivo el espíritu navideño (con asociaciones positivas), independientemente de la edad, activan ciertas zonas del cerebro que no se activan en aquellas personas que no mantienen las tradiciones navideñas y que tienen asociaciones neutras. La activación de estas áreas cerebrales se han asociado con la espiritualidad, los sentidos somáticos y el reconocimiento de las emociones faciales, entre otras muchas funciones. Como dice el estudio, podemos crear en nuestro cerebro una “red de espíritu navideño”.
Muchas familias y personas mantienen esta ilusión en estas fechas y la comparten con otras personas amadas creando momentos, buenos sentimientos y recuerdos que perdurarán a lo largo de toda la vida. Otras quizá hayan abandonado esta tradición o no la hayan construido aún, pero siempre se está a tiempo de crearla o recuperarla.
Ahora ya tenemos un motivo más para cuidar esta bonita tradición a lo largo de toda la vida, porque dejar de compartir y celebrar la magia de esta noche con otras personas, pequeñas y mayores, puede tener un impacto, no solo en nuestros corazones, sino también en nuestro cerebro.
Empieza un nuevo año, nos podemos encontrar con retos por delante pero también con oportunidades de llenar de sentido cada momento, construyendo recuerdos maravillosos año tras año, que serán los que nos ayuden a encontrar recuerdos felices cercanos cuando más lo necesitemos.