Clarisa Ramos Feijóo, directora de la Cátedra de Cultura Gitana de la Universidad de Alicante, única en todo el Estado español.
¿Qué es la Cátedra de Cultura Gitana de la Universidad de Alicante? ¿Cuál es su misión?
La Cátedra de Cultura Gitana surge como un proyecto universitario e institucional en el año 2017. Es un proyecto que se renueva anualmente mediante un convenio de colaboración entre la Universidad de Alicante, a través de su Secretaría General, el Vicerrectorado de Igualdad, Inclusión y Responsabilidad Social y la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana. La primera directora de la Cátedra asumió el cargo en octubre de 2017 y fue la profesora Diana Gil González, tras la cual asumí yo la dirección en 2021, bajo la gestión de la nueva rectora, Amparo Navarro Faure.
La propuesta de la Cátedra se fundamenta por una parte en lo que son los estatutos de la Universidad de Alicante y, por otro lado, también responden a la Ley Orgánica 6/2001 de 21 de diciembre, que reconocen y promueven el derecho a la igualdad de oportunidades y a la no discriminación. Entendemos que además se reconoce y se asume el valor de la diversidad humana. En este sentido, tanto la Universidad de Alicante como la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas encuentran una sinergia en este proyecto académico de fomento de la cultura gitana, que viene de alguna manera a sumarse a la planificación de la Generalitat Valenciana en una estrategia global que busca la inclusión efectiva del Pueblo Gitano en la sociedad valenciana. Entonces, el principal objetivo de la Cátedra es impulsar y fortalecer la formación, pero también la investigación no extractiva, es decir, una investigación que respete y que reconozca al Pueblo Gitano dentro del ámbito universitario, promoviendo el acceso a los estudios universitarios. Es un proyecto que busca también poner en valor la fortaleza y la identidad propia de la cultura gitana para la sociedad; también quiere colaborar en identificar cuáles son los desafíos que permitirían resolver las desigualdades sociales que afectan al Pueblo Gitano, favoreciendo y promoviendo su acceso a la educación universitaria, eliminando barreras y avanzando para garantizar un acceso igualitario y equitativo a la educación superior, entendiendo esto como algo que se hace desde un enfoque de derechos.
La Cátedra es un proyecto que cuenta con 3 patas. Por un lado, la Academia, la Universidad, en cuanto a promotora de una investigación útil y generadora de valores ciudadanos en consonancia con los derechos humanos y los derechos de ciudadanía. Por otro lado, la administración pública valenciana, a través de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas y la Dirección General de Diversitat en la Igualdad. Y finalmente, una tercera pata que sería el propio Pueblo Gitano, la sociedad civil, que representan las entidades que son siempre parte fundamental de las acciones de la Cátedra. Las asociaciones gitanas son llamadas a participar en las actividades que realiza la Cátedra y también son consultadas en cuanto a nuestras actividades. Se promueve la visibilización de los valores de la cultura gitana, fundamentalmente desde la destrucción de los estereotipos que están en la base de nuestra sociedad, favoreciendo el antigitanismo. Por eso entiendo que es tan importante el objeto de la Cátedra de constituirse en un apoyo académico de referencia para el fomento y la difusión de la cultura del Pueblo Gitano en la Comunitat Valenciana, a través de estudios de investigación sobre su realidad, pero además del incentivo del acceso a los estudios universitarios de la juventud gitana. Esto es fundamental, es decir, una conexión entre la actividad educativa e investigadora de las universidades, porque si bien la Cátedra está en la Universidad de Alicante tiene vocación de generar sinergias en el trabajo entre las 5 universidades públicas de la Generalitat valenciana y, por qué no, a todo el territorio nacional, porque es la única Cátedra que hay en todo el estado español.
¿Cómo podemos incrementar el número de estudiantes gitanas y gitanos en las universidades, y a la vez garantizar su éxito?
En primer lugar, tendríamos que decir que las políticas de ampliación de oportunidades para el acceso a la Universidad se asumen desde distintas perspectivas. Por un lado, y como marco general, es importante plantear que partimos, e insisto y subrayo mucho esta cuestión, desde un enfoque de derechos. No hablamos de discriminación positiva, no hablamos de ayuda ni asistencia, sino que hablamos de ampliación de oportunidades; hablamos de desarrollo humano; hablamos de la importancia que tiene desde lo que es la concepción de la agenda 2030 y de los objetivos del desarrollo sostenible que aprovechemos todo el talento que existe en el Pueblo Gitano. Hay mucho talento que no podemos dejar atrás.
En este sentido, es fundamental remarcar que el racismo es una enfermedad, es un delito de odio, y el racismo mata y el racismo envilece a una sociedad. Por ello, es tan importante que en la Universidad aprendamos a desarrollar esa cultura de la convivencia intercultural y esa cultura que nos hace reconocer en el otro sus capacidades y sus talentos. Por ello insistimos, por un lado, en el papel que tiene la Universidad, que es doble, porque la Universidad forma profesionales, forma ciudadanía, y a la vez recibe a población gitana. Entonces es fundamental que se genere un conocimiento con la cultura gitana, y no sobre la cultura gitana, porque justamente es necesario descubrir y reconocer los valores del Pueblo Gitano, dejando atrás los estereotipos, que terminan constituyendo lo que es un racismo estructural. Hoy en día tenemos un problema muy importante con el alto grado de antigitanismo que existe en nuestra sociedad. El antigitanismo, el racismo, constituyen una ideología, y para desmontarlo hay que destacar la importancia y el valor que aporta el Pueblo Gitano a toda la sociedad.
Incrementar el número de personas gitanas en la Universidad pasa necesariamente por garantizar que el Pueblo Gitano reciba una educación de calidad en toda su etapa obligatoria, algo que no está sucediendo. Hoy el Pueblo Gitano es tratado en el sistema educativo como una ciudadanía de segunda clase. Entonces es fundamental que se desarrollen planes y programas que permitan realmente el máximo desarrollo de las capacidades de todos los niños y niñas.
Por ello, la Cátedra de Cultura Gitana quiere apoyar las iniciativas de éxito en todas las etapas educativas, aunque con especial atención a la educación secundaria y postobligatoria. Lo hacemos y haremos a través de estudios de investigación sobre la realidad del Pueblo Gitano, que se centren en el acceso a los estudios de los y las jóvenes, del acompañamiento durante el desarrollo de sus titulaciones; a través también de la entrega de ayudas y premios a la excelencia académica en los trabajos de fin de grado y fin de máster. También con el apoyo a las actividades de investigación doctoral, y por supuesto con el apoyo a la sociedad civil gitana y a las administraciones públicas en la planificación y ejecución de programas de éxito para el Pueblo Gitano, basados en la evidencia científica; en la investigación socioeducativa, con y para el Pueblo Gitano.
¿En qué estáis trabajando ahora más intensamente desde la Cátedra para conseguir el éxito del Pueblo Gitano en la educación superior?
Estamos trabajando en el acompañamiento a las trayectorias docentes, a las trayectorias académicas, dentro de la Universidad, del alumnado, facilitando todos los apoyos que sean necesarios para lograr realmente una ampliación de oportunidades y éxito. No interesa solamente que el estudiante gitano entre a la Universidad, hace falta que entre, que pase por la Universidad, que salga de la Universidad, que siga estudiando, que haga un posgrado, incluso hace falta que regrese a la Universidad como profesor o como profesora.
Además, también es fundamental el éxito profesional. Para mí es muy importante el hecho de que los y las profesionales del Pueblo Gitano no solo trabajen en las entidades del Pueblo Gitano, cosa que es muy importante y necesaria, pero necesitamos que realmente la inclusión se dé participando de toda la realidad social. Que estén en la Universidad, en los centros de salud, en los hospitales. Que estén en los colegios, en los institutos, en la judicatura, en la policía… Necesitamos realmente favorecer esta presencia gitana, pero además también favorecer que sea una presencia que no esté dentro de un armario étnico, sino que realmente la gente se sienta absolutamente libre, como debe ser, ejerciendo su ciudadanía desde su realidad cultural.
Lo que más nos interesa en este momento es el desarrollo de estrategias de ampliación. Hemos realizado el 29 de noviembre las segundas jornadas de inclusión educativa en la Universidad, con un taller en el que han participado expertos y expertas de distintas universidades, de las propias asociaciones, de la Generalitat, y hemos trabajado sobre la construcción de lo que serían las alternativas para lograr esa ampliación de oportunidades.
Una de las líneas que nos interesa trabajar y debatir es sobre el modelo catalán de la plaza más 1 en todos los grados universitarios, la acción afirmativa para el Pueblo Gitano. Mientras trabajamos en esta línea, queremos seguir adelante con otras iniciativas, como el apoyo entre pares, el apoyo a asociaciones que fomenten el ingreso a la Universidad, que acompañen y asesoren, y también trabajar con las familias para crear una ciudadanía basada en los derechos humanos.Algo que siempre me gusta recalcar es que nadie elige si nace payo o paya, o gitano o gitana, o afroamericano o afroamericana, pero sí elegimos crear y construir día a día una sociedad donde los derechos humanos primen por encima de cualquier otra cuestión.
Profesor en la Facultad de Educación de la Universidad de Barcelona. Investigador en el Centro de Estudios Gitanos (CEG) - CREA, Community of Research on Excellence for All. Secretario de IJRS, International Journal of Roma Studies. Miembro de CampusRom, Red Gitana Universitaria.