El Instituto Escuela Mediterrani está situado en el barrio de Campclar de la ciudad de Tarragona. Desde sus inicios, esta área se ha caracterizado por poseer unos índices de pobreza más elevados que el resto de la ciudad, acogiendo también a mucha población inmigrante. En este contexto de exclusión social, el centro se planteó en el año 2011 transformarse en Comunidad de Aprendizaje, ya que presentaba unos porcentajes de absentismo y fracaso escolar muy elevados. Desde su transformación el centro ha apostado por aplicar las actuaciones educativas de éxito que avaladas por la comunidad científica han demostrado mejorar los resultados académicos y la convivencia. Entre estas actuaciones de éxito se encuentra la participación educativa de las familias, materializada en este caso por la formación de familiares. Desde el curso 2012-2013 el centro viene desarrollando diferentes acciones en esta línea: tertulias literarias dialógicas con las mejores creaciones de la humanidad, clases de español y catalán, preparación para los exámenes de conocimientos instrumentales o del Graduado en Educación Secundaria y clases de teoría para el permiso de conducción, entre otras.
A lo largo de estos años en los que el centro viene desarrollando esta actuación de éxito, ha conseguido cambios relevantes que evidencian el impacto social conseguido. Las investigaciones que han analizado dicho impacto muestran detalles de algunas de estas mejoras. En este sentido, uno de los beneficios que se apunta hace referencia al interés por continuar en el sistema educativo, es decir, participar en la formación de familiares del centro ha despertado la motivación por seguir estudiando y hasta acceder a la universidad. Paralelamente, otro de los impactos transformadores conseguidos gracias a dicha actuación es la apertura de posibilidades de cambio personal y social. En otras palabras, empezar a formarse en el centro ha empoderado a muchas de las familias del centro ayudándolas a continuar transformando sus vidas y su entorno.
A parte de estos efectos, existe otro de gran trascendencia para la vida del centro. Este hace referencia a la creación de espacios de aprendizaje conjunto entre familias y niños y niñas. De esta manera, gracias a mejorar sus habilidades académicas, los familiares, sobre todo las madres, pueden ayudar a sus hijos e hijas a realizar los deberes o a explicar contenidos curriculares. Estos familiares, que a menudo poseen niveles educativos bajos, mejoran de esta forma su autoconcepto al mismo tiempo que cambian sus expectativas vitales y educativas.
El Instituto-Escuela Mediterrani sigue soñando periódicamente con las familias y el alumnado. Muchos de estos sueños siguen siendo formarse para seguir avanzando y demostrar, como dijo Paulo Freire, que se pueden transformar las dificultades en posibilidades.