Del 23 al 27 de abril se ha celebrado en Denver, Chicago, el congreso anual de la AERA (American Educational Research Association). En este marco, se invitó a cinco asociaciones internacionales para abordar en un simposio los retos actuales de la educación, así como explorar formas de afrontarlos conjuntamente mediante la colaboración entre distintas organizaciones.

En este contexto, el Dr. Harkaitz Zubiri, representante de AMIE (Asociación Multidisciplinar de Investigación Educativa) en la WERA (World Educational Research Association), fue invitado a participar. Allí destacó los principales desafíos educativos y las respuestas que, desde la investigación orientada al impacto social, se han aportado con mayor eficacia para la infancia y las comunidades educativas. Estas respuestas abarcan desde retos que llevan tiempo en la agenda prioritaria de la investigación en educación, como la superación de la violencia escolar y de los bajos resultados académicos, hasta otros más inmediatos, como el contexto causado por la pandemia de la COVID-19 o los efectos de las inundaciones causadas por la DANA en Valencia.

Respecto a estos últimos, expuso las actuaciones implementadas para mitigar el sufrimiento de los niños y niñas en contextos de alta vulnerabilidad, logrando respuestas efectivas y rápidas como las Open Door Actions; o las que se llevaron a cabo tras el paso de la DANA. Medidas que fueron claves para proteger a la infancia y crear contextos seguros y de protección para las comunidades. 

Asimismo, abordó las medidas más efectivas y de mayor impacto social desarrolladas contra la violencia infantil, como el Club de Valientes Violencia 0, que logra cambiar el atractivo social, alejándolo de quienes ejercen violencia y dirigiéndolo hacia quienes se posicionan contra ella. Esta actuación ha demostrado los mejores resultados en todas las edades y niveles educativos, mientras otros enfoques solo describen el problema.

También presentó el escenario del empeoramiento de los resultados académicos en España, que han sido históricamente más bajos para colectivos vulnerables, como las comunidades romaníes o niños y niñas con necesidades educativas especiales. Mostró cómo, tras la implementación de actuaciones educativas de éxito, se lograron mejoras notables, a pesar de tratarse de la misma población y las mismas escuelas. Las mejoras fueron claras tras implementar dichas actuaciones.

Estos avances han sido posibles gracias a la investigación de excelencia de CREA (Community of Research on Excellence for All), la comunidad de investigadores e investigadoras más potente de AMIE, que contribuyó a su creación desde el inicio. El impacto social que ha logrado es fruto de la colaboración con muchas y muy diversas personas de diferentes universidades. Su trabajo siempre ha sido orientado al impacto social, basado en la cocreación y llevado a cabo por personas investigadoras comprometidas con la erradicación de la violencia en todos los entornos, posicionándose firmemente siempre del lado de las víctimas. Esta coherencia ética y científica ha permitido que investigadoras e investigadores de CREA se sitúen entre las 10 primeras posiciones del ranking internacional de Google Scholar en la categoría de violencia de género. Además, recientemente han elaborado el documento de orientaciones para la prevención de situaciones de violencia dentro del grupo de investigación, una herramienta imprescindible para continuar generando aportaciones de gran valor social, ya que sin ella se comprometería la coherencia y el entorno necesario para el desarrollo de esta labor. Así, la colaboración y comunicación entre las diferentes asociaciones educativas puede potenciar estos efectos, extendiendo las mejoras a todos los niños y niñas del mundo.

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Maestra de educación infantil. Dra. en Sociología por la Universitat de Barcelona