Este artículo analiza las contribuciones de la participación familiar y comunitaria al éxito escolar y la cohesión social, centrándose especialmente en la participación educativa de las familias en las actuaciones educativas de éxito (AEE) para superar el analfabetismo. Esta investigación se basa en la experiencia de una escuela desfavorecida en México. La investigación de Ocampo y sus colegas presenta una historia de éxito personal que muestra el impacto de la formación de familias (una de las AEE) en la alfabetización de María. El amor y apoyo de su nieta, estudiante en la misma escuela, las interacciones de alfabetización intergeneracional, reforzadas por el modelo de Comunidades de aprendizaje, y el apoyo de las educadoras, educadores y voluntariado de la escuela, no solo han permitido su alfabetización, sino también su liderazgo en la comunidad.
El artículo se centra en una escuela ubicada en un barrio cercano a la ciudad de Guadalajara, en el estado de Jalisco, el séptimo estado más grande de México. En concreto, estas personas asistían a clases por la tarde, y la escuela recibía a alumnado de familias vulnerables de la zona. La escuela tiene alrededor de 370 alumnos de entre 6 y 12 años y funciona hasta el horario vespertino. En el curso escolar 2016-2017, la escuela se convirtió en una comunidad de aprendizaje e implementó las AEE. En 2017, la escuela estableció la formación de familiares para fomentar el aprendizaje de toda la comunidad educativa. En esta escuela, la comunidad soñaba con tres tipos de actividades: tertulias literarias dialógicas, formación de familias y tecnología para familias.
Primero, comenzaron con tertulias literarias dialógicas para personas adultas de la familia. Es un espacio para la construcción colectiva de significados alrededor de la lectura dialógica de una obra clásica de la literatura universal. Las personas participantes tienen conversaciones y debates sobre las lecturas y no necesitan tener experiencia previa en lectura para participar. En segundo lugar, la comunidad soñaba con implementar la formación de familiares. Este programa surgió del desarrollo de la primera actividad, las tertulias literarias dialógicas, derivado del interés de los participantes en aprender a leer y escribir. Las personas adultas y los niños y niñas de entre once y catorce años compartían el espacio, tratando de completar la educación primaria. En tercer lugar, el uso de la tecnología para las familias; ya que la escuela ya ofrecía clases de informática a los estudiantes, también sus familias querían aprender.
Los resultados muestran el impacto de los cursos de alfabetización en María, y cómo su éxito ha afectado a toda la comunidad; los resultados, que siguen la literatura anterior, destacan el impacto de las AEE en toda la comunidad. Los hallazgos presentados revelaron que la escuela era consciente de las importantes necesidades de formación en el contexto. La escuela respondió organizando y optimizando sus recursos para lograr los sueños y abrir los espacios de formación solicitados por la comunidad. Este caso muestra claramente cómo el apoyo de la comunidad, especialmente el de su nieta, convirtió las dificultades en oportunidades. Superar los desafíos significa que María, a sus 71 años, ha aprendido a leer y escribir. En un solo curso escolar, ahora puede leer y escribir, y se está preparando para la educación secundaria. María es un modelo para quienes están aprendiendo a leer y escribir y para todos los que participan en actuaciones educativas de éxito, especialmente para las mujeres.
[Este artículo fue publicado por primera vez en Kaiera el 8 de abril de 2024]
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Codirectora de Kaiera (kaiera.eus)