Franz Jägerstätter, un agricultor austríaco, es conocido por ser uno de los primeros objetores de conciencia que se opuso firmemente a luchar en la guerra con los nazis. Nacido el 20 de mayo de 1907 en St. Radegund, Austria, Jägerstätter se distinguió no solo por su firmeza moral, sino también por el amor profundo que compartía con su esposa, Franziska, y sus tres hijas pequeñas.
A medida que el régimen nazi consolidaba su poder y la guerra se extendía, Jägerstätter fue llamado a filas. Sin embargo, su profunda fe católica y sus principios morales lo llevaron a rechazar el servicio militar en el ejército de Hitler. Para él, participar en una guerra de agresión y opresión era inconcebible y contrario a los mandamientos cristianos de paz y amor al prójimo. Esta decisión no solo fue una muestra de su valentía personal, sino también una manifestación de su compromiso con la paz y la justicia.
La posición de Jägerstätter no fue fácil ni sin consecuencias. Fue arrestado y llevado a juicio, donde se mantuvo firme en su negativa a servir al régimen nazi. A pesar de las presiones y la posibilidad de salvar su vida si cedía, Jägerstätter eligió mantenerse fiel a sus convicciones. En una serie de cartas emotivas, recopiladas en el libro “Letters and Writings from Prison”, Franz y Franziska intercambiaron palabras de amor, apoyo y fe. Estas cartas son un testimonio conmovedor de su relación y de la fuerza moral de Franz.
El 9 de agosto de 1943, Franz Jägerstätter fue ejecutado en Berlín por su objeción de conciencia. Su sacrificio dejó un legado de resistencia pacífica y una inspiradora historia de amor y fidelidad a los principios morales. Hoy, es recordado como un símbolo de la resistencia contra la injusticia y la guerra. Sin embargo, desde sectores de izquierdas, su valentía y su radicalidad han sido a menudo invisibilizadas debido a sus creencias religiosas, su profundo pacifismo y su amor a la belleza.
Su vida y sacrificio han sido inmortalizados en la preciosa película “A Hidden Life”, que ofrece una visión íntima de su lucha y el amor que compartía con su familia, destacando su integridad y coraje frente a la opresión.