Me inicié en el aprendizaje dialógico de forma totalmente fortuita. Sin saberlo, fui a trabajar a un centro en el que estaban muy sensibilizados con el poder transformador que tiene la escuela y realizaban alguna actuación educativa de éxito. En aquel entonces estaban empezando a soñar; hoy en día es un proyecto más que consolidado que ha tenido un impacto muy positivo para toda la comunidad educativa. A raíz de esa experiencia, empecé a interesarme por estas propuestas. Actualmente, acudo al Seminario A Muscles de Gegants de Valencia y realizo alguna actuación de éxito en mi tutoría. Este fin de semana, junto a varias de mis compañeras del seminario, decidí acudir al XI Encuentro Internacional de Comunidades de Aprendizaje en Oviedo.
Para mí, la palabra que mejor define todo lo vivido allí es ilusión. Ilusión por compartir esas vivencias que tanto impacto han tenido, ilusión por impulsar una transformación en la realidad educativa de nuestro contexto más cercano, ilusión por conocer nuevas propuestas, ilusión por reencontrarnos con personas que tanto nos inspiran, ilusión por empaparnos de lo que dice la ciencia… En definitiva, ilusión por transformarnos para dar lo mejor de nosotras y nosotros mismos día a día tanto en el aula como fuera de ella. Porque, como comentó en la tertulia científica sobre Darwin la maestra jubilada Susana, de la escuela Mare de Deu de Terrasa, la filosofía de las Comunidades de Aprendizaje va más allá de la escuela e impregna todos los aspectos de nuestra vida.
Por todo ello, este encuentro ha sido para mí muy transformador e inspirador, puesto que en estos días me he contagiado del entusiasmo que muchas y muchos docentes ponen día a día en sus aulas de realidades muy diferentes, para lograr tanto una mejor educación como convivencia. Me ha ayudado a tomar consciencia de la importancia que tiene el rigor científico en el ámbito educativo y pude experimentar en primera persona el impacto tan positivo que tienen las tertulias científicas dialógicas, pese a la reticencia que me generaban.
Quería terminar este texto dando las gracias a Asturias AEBE por todo el cariño que han puesto en este encuentro y a todos los y las docentes o “artistas del cambio social”, como refirió la Doctora Pilar Fernández en la presentación de la conferencia inaugural, que han participado en el encuentro, por ser tan inspiradores. En Valencia, ya os estamos esperando para el próximo encuentro.