Mucho que celebrar y mucho por conseguir.
Hoy, 8 de abril, todas las gitanas y gitanos del mundo, y con nosotras y nosotros muchas personas no gitanas, celebramos el Día Internacional del Pueblo Gitano, en conmemoración de ese 8 de abril de 1971, cuando en Londres se celebró el primer congreso mundial gitano. En dicho congreso se decidieron cosas muy importantes y significativas para nuestro Pueblo, como nuestra bandera y nuestro himno. Hoy, recordamos a todas las personas gitanas que perdieron la vida durante la segunda guerra mundial, y durante tantos siglos de persecución y antigitanismo, pero también celebramos con orgullo nuestra cultura y existencia.
Son muchas las cosas a celebrar. Muchos los logros alcanzados. Pero también muchos los retos y las cuestiones pendientes para con nuestro Pueblo.
Hoy, en 2023, podemos decir que, en España, ya existe un Pacto Nacional contra el Antigitanismo o una Ley Orgánica educativa que menciona por primera vez, y de manera explícita, la historia y la cultura del Pueblo Gitano. También podemos decir que cada vez son más las escuelas que, a pesar de estar situadas en las zonas más desfavorecidas de nuestro país, han apostado por implementar de manera rigurosa las Actuaciones Educativas de Éxito en el marco del proyecto Comunidades de Aprendizaje. Estas escuelas están consiguiendo las mayores mejoras en aprendizaje y convivencia, permitiendo que el alumnado gitano finalice la ESO y que continúe estudios postobligatorios, alcanzando incluso la universidad. También esas escuelas están permitiendo que las familias gitanas mejoren su situación educativa y social. Pero, sobre todo, estas escuelas están luchando día a día contra el antigitanismo, ya que, a cada segundo, desmontan uno a uno los prejuicios y estereotipos que todavía hoy existen contra mi Pueblo.
Sin embargo, también hoy, en 2023, 7 de cada 10 familias gitanas sufre pobreza y exclusión; más del 50% de las familias gitanas viven en barrios segregados; y 4 de cada 10 personas gitanas reconoce sufrir antigitanismo en la búsqueda de empleo. Pero, sobre todo, todavía hoy existe un marco legislativo en educación, basado en parte en un conjunto de actuaciones que no siguen las recomendaciones de la comunidad científica internacional. Dichas ocurrencias son aplicadas con mucha intensidad en las zonas más vulnerables y con el alumnado en mayor desventaja, como el alumnado gitano y las familias gitanas. Esas ocurrencias permiten, entre otras cosas, reducir drásticamente el curriculum de muchos de los centros que se encuentran en barrios con una alta proporción de población gitana; permiten agrupar al alumnado gitano en aulas de bajo nivel; y permiten adaptar los contenidos al alumnado gitano, con el pretexto de que no pueden alcanzar el currículum ordinario, por su falta de nivel y motivación.
Hoy, 8 de abril, el Pueblo Gitano pide ciencia. Ciencia en educación. Una ciencia que nos permita lograr todos nuestros sueños. Una ciencia que transforme todas nuestras desigualdades en posibilidades. Una ciencia que nos incluya de verdad. Una ciencia basada en evidencias con impacto social.
¡Opre Roma! ¡Sastipen thaj Mestipen!
(¡Arriba el Pueblo Gitano! ¡Salud y libertad!, en romanó)