Aunque se han producido algunos cambios positivos, actualmente existen barreras en el acceso a carreras científicas, relacionadas con cuestiones de género, valor social y exclusión. Los estereotipos y la falta de representación de grupos vulnerables, especialmente en las disciplinas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), hacen que la percepción de estudiar ciencia y ser científico o científica se asocie con la inteligencia, la masculinidad y la lejanía de estos grupos. Por lo tanto, las mujeres participan menos en estas carreras y el problema se agrava en el caso de los niños y niñas de grupos desfavorecidos. 

Para superar esta situación, se han puesto en marcha intervenciones escolares para aumentar las vocaciones científicas, dirigidas principalmente a estudiantes de educación secundaria; pero la investigación ha revelado que, a esa edad, las aspiraciones de los y las estudiantes en muchos de los casos ya están formadas. Por eso se ha llevado a cabo el “Programa de Jornadas Científicas para Mejorar la Identidad Científica, el Capital Científico y las Aspiraciones Educativas de la Infancia en Riesgo de Exclusión Social“. Este programa se dirige a estudiantes de primaria de 8 a 13 años, que aún están formando sus intereses y aspiraciones hacia carreras científicas.

Los talleres se enfocaron al estudio de la paleoecología, la física, la química y la naturaleza de la ciencia. Se implementaron acorde a las siguientes características:

  • como actividad extraescolar de extensión del aprendizaje, 
  • en grupos con edades mixtas (donde el alumnado podía beneficiarse del apoyo intergeneracional en los procesos de aprendizaje),
  • fomentando el diálogo igualitario en el acceso al conocimiento de la materia,
  • acompañado de actividades prácticas e interactivas y en relación directa con científicos y científicas expertas en las disciplinas, 
  • con altas expectativas hacia todos los niños y niñas participantes. 

Los resultados del programa demostraron una mayor cercanía y comprensión de la ciencia en los estudiantes, especialmente en minorías étnicas en riesgo de exclusión social. Sin embargo, también se identificaron barreras, como la percepción de la carrera científica como demasiado exigente y la falta de referentes científicos en estos colectivos. Por ello, la investigación recomienda fomentar la participación de los padres en la educación científica y brinda una guía para los docentes, “The Science Capital Teaching Approach”.

[Imagen: iStock]

Por Carolina Grau

Licenciada en Pedagogía y profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Valencia