30 de enero, Día Escolar de la No Violencia y la Paz. Otro mundo sí es posible.
Se acerca el 30 de enero, Día Escolar de la No Violencia y la Paz, y muchos centros educativos estarán preparando actividades para celebrar, con el alumnado y las comunidades educativas, una cultura de no violencia y paz. Es posible que se explique al alumnado la vida de personajes que a lo largo de la historia han trabajado por la construcción de la paz. Relatar historias de personas que han construido un mundo más igualitario y pacífico para la humnaidad es una forma de mostrar referentes donde el alumnado puede mirarse, comenzar a desear ser como ellos y ellas y, así, imaginar que otro mundo sí es posible.
El problema puede ser que, incluso desde las mejores de las intenciones, se presente a personas que, lejos de ser modelos de paz, hayan vivido entre la incoherencia de los valores que han dicho defender y las acciones violentas que han llevado a cabo o apoyado bajo el pretexto de que “era la única solución”.
Hoy queremos presentar algunos referentes que no suelen ser de los que se habla en estas fechas en los centros educativos, pero que sin embargo son un valioso ejemplo por su coherencia y compromiso con la cultura de no violencia y de paz. Son ejemplos de verdaderas revoluciones en las que nunca han necesitado utilizar la violencia para conseguir un mundo más libre para todas las personas.
Desmond Tutu fue un clérigo y pacifista sudafricano que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1984 por su coherencia en la defensa de la igualdad de derechos para todo ser humano en la crítica al apartheid en Sudáfrica y otros países. Una de sus frases más conocidas y que está en consonancia con las evidencias científicas en materia de erradicación de la violencia es: “Si eres neutral en situaciones de injusticia es que has elegido el lado opresor”.
Rosa Parks era una mujer trabajadora que se convirtió en el símbolo del movimiento por los derechos civiles. Muy conocida es la acción pacífica que realizó en el autobús cuando no se quiso levantar para ceder su asiento a una persona blanca, pero no lo es tanto lo que motivó a Rosa a comprometerse con esta lucha: la amistad solidaria que tejió con Virginia Durr, que la llevó a formarse en uno de los centros más excelentes y humanos, la Highlander Folk School.
Martin Luther King fue pastor de la Iglesia Bautista y tuvo un papel muy destacado con acciones encaminadas a terminar con la segregación racial a través de un activismo no violento. Apoyó a Rosa Parks cuando fue encarcelada, promovió un boicot a los autobuses, secundado ampliamente por la población negra, que duró 382 días y terminó con la derogación de las leyes segregacionistas en autobuses, bares, restaurantes y espacios públicos. Para luchar contra la discriminación siempre mostró valentía, pasión, amor y acción no violenta.
Tagore fue un poeta contemporáneo de Gandhi; sin embargo, en materia política fue crítico con los movimientos que no apoyaron y no se basaron en la libertad de pensamiento, cuestión clave con la tensión generada en su país durante la I Guerra Mundial, en la que se definió públicamente con una postura pacifista y exenta de nacionalismo. Una de sus grandes aportaciones en la construcción de la paz fue crear una escuela en Santiniketan (Hogar de la Paz), donde después se fundó la reconocida universidad poniendo en valor la fuerza de la educación para el avance social.
Sophie Scholl fue una estudiante que lideró el movimiento estudiantil pacífico La Rosa Blanca en oposición a la barbarie del nazismo. Con la búsqueda constante del diálogo se resistió a llevar a cabo acciones violentas a pesar de las coacciones que existían a su alrededor. Siempre defendió, hasta el último momento, los ideales pacifistas con valentía y de la forma más bella.
Para imaginar otro mundo posible necesitamos conocer historias de éxito que hayan logrado luchar contra la violencia y vencerla, sin necesidad de usarla. Un buen regalo el 30 de enero puede ser compartir estas historias con el alumnado.
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