Shirin Ebadi
Estos últimos días hemos estado hablando de la paz en nuestra aula de segundo de primaria y, como estamos trabajando los Objetivos de desarrollo sostenible, algunos niños y niñas han dicho que si el ODS 16 es “paz, justicia e instituciones sólidas” no debería haber guerras en el mundo ni comenzadas ni empezando, ya que para 2030 debemos conseguir que la paz y la justicia estén en todas partes. Otros niños y niñas han ido más allá y han propuesto que se haga un club de valientes violencia cero mundial para frenar la violencia, que a nosotros nos funciona bastante bien, y, por supuesto, una misma, como docente, siempre que puede, recoge las propuestas brillantes del alumnado para dar respuesta.
Así hemos empezado esta sesión recordando algunos premios Nobel de la Paz que ya conocíamos por anteriores artículos. Hemos observado que son activistas de distintos lugares del planeta y lo hemos ampliado con un nuevo referente que compartimos en este artículo: Shirin Ebadi es una abogada iraní defensora de los derechos humanos, en especial de los derechos de los niños y las mujeres.
Shirin Ebadi sería una digna miembro del club de valientes, ya que se posiciona frente a todo tipo de violencia:
«Lo primero que me viene a la cabeza cuando escucho “justicia” es la igualdad. Y, después de eso, la libertad. Cualquier cosa que coarte la libertad, a mis ojos, es contradictoria con la justicia.»
Como defensora de la igualdad, Shirin Ebadi habla también de un feminismo universal; se autodenomina musulmana y feminista, ya que el feminismo es el camino hacia la igualdad, pero remarca que:
«…el feminismo islámico es un concepto incorrecto, el feminismo es de todos y todas, y nada tiene que ver con la religión, sea cristiana, musulmana o cualquier otra.»
Esta idea está avalada por distintos artículos científicos como en el libro de Lidia Puigvert La inclusión de otras mujeres: romper el silencio a través del aprendizaje dialógico.
En este sentido, Shirin en su discurso, cuando se le hizo entrega del premio Nobel, aprovechó para remarcar que las personas son responsables de sus actos, que individualmente se actúa, que todo el mundo debe respetar las leyes, de manera que no se caiga en el odio entre las religiones, que deben estar en pie de igualdad y ser respetadas. Por eso, y porque las evidencias científicas así nos animan a hacer, nosotros y nosotras seguiremos conviviendo pacíficamente y rechazaremos la violencia, nos enriqueceremos de nuestra diversidad y de las 4 religiones que conviven en nuestra aula, y buscaremos más referentes que nos puedan continuar inspirando belleza, verdad y bondad.