Lecciones de nuestros abuelos
Entrevistamos a Luis Vivas, profesor de Historia y responsable del proyecto “Lecciones de nuestros abuelos”.
Luis, cuéntanos: ¿cómo surge este proyecto?
Este proyecto surge a partir de una investigación que se hace en un periódico de Zamora. Hacen una investigación sobre mis tías abuelas, que con 15 y 17 años en Zamora, nada más producirse el golpe de estado de 1936, son detenidas y las matan en la cárcel a los pocos días. Ellas no supieron ni por qué murieron. A partir de ahí, empiezo un proyecto con mi alumnado, a raíz de compartirles esta historia que utilizo como motivación para el proyecto, y empiezan una investigación consiguiendo cartas, documentación, fotos de sus familiares, abuelos y abuelas… y tienen que ser capaces de escribir un artículo periodístico sobre su familia. Traemos a todos los abuelos y abuelas que quieren venir al colegio y el alumnado hace de periodistas. Se trata de tener una visión amplia de lo que pasó en aquella época, desde la guerra, postguerra, dictadura, transición y los distintos puntos de vista o vivencias. Posteriormente fue que surgió una oportunidad de la fundación Vinatea para publicar un libro. La participación en el libro es totalmente voluntaria y lo han hecho el alumnado que ha querido compartir su historia. Actualmente va por su segunda edición. Las historias son muy diversas en sus orientaciones y bandos, si nos remontamos a la guerra civil. Llevamos recopilando relatos desde 2008.
¿Cuáles han sido las principales mejoras en alumnado y comunidad educativa?
Se perciben muchas, como la motivación y el grado de implicación del alumnado por la historia. El proyecto se ha convertido en un proyecto de centro. Es cierto que existe el topicazo de que la juventud de ahora ya no es como la de antes, pero yo no me lo creo. A mí en este proyecto me están demostrando que pueden ser igual o mejor que cualquier generación. Además de los artículos, el alumnado hace las ilustraciones para cada artículo, la web, etc. Todo lo hacen ellos y ellas, voluntariamente. También las presentaciones que hacemos allá donde nos llaman. Todos los beneficios del libro, decidido por ellos y ellas en clase el año de la pandemia, están dirigidos a las personas sin hogar. Y es una maravilla que el alumnado se implique así, pero no solo ellos y ellas, también sus familias y abuelos y abuelas.
En ti, como docente, ¿cuál sería el principal impacto?
Lo que a mí más me ha impactado es que el alumnado se da cuenta de que no está aquí “para nada” sino para un montón de cosas. No solo se trata de darse cuenta de que tienen derecho a la libertad, sino de aplicar la libertad para mejorar una sociedad y el mundo. Este creo que es el sentido de la educación y lo que ganan con lo que hacen en este proyecto. Está siendo una delicia de experiencia que ha creado una familia alrededor del proyecto, con muchas personas implicadas más allá del centro educativo. Para el centro ha supuesto una sorpresa que nos anima a seguir aún más intensamente en el mundo de la educación.