Se ha publicado recientemente la entrevista a una autora de un libro en la que se menciona tres veces China y las tres con cosas negativas. Estoy haciendo un trabajo de máster sobre movimientos en contra de la violencia de género en Tangshan. Mi madre tiene 50 años y mi abuela 80; las dos me han apoyado en las ideas igualitarias y la continuación de mis estudios. Mi madre me ha mantenido siempre y, aunque ahora voy a trabajar con contrato, ella me dice que si quiero lo sigue haciendo hasta que acabe mis estudios. Esto no es una excepción, la mayoría de las madres chinas apoyan a sus hijas para que estudien.
Mi madre está muy agradecida a mi abuela y bisabuela porque también la apoyaron para que continuara estudiando. No hagáis caso de esa autora que, en lugar de reflejar la realidad de las mujeres chinas, lanza prejuicios sobre nosotras que no caben en una educación no sexista y no racista. Además, ella habla de las relaciones entre madres e hijas de forma muy negativa y distorsionada; yo nunca hablaré así de las madres y abuelas. Solo como un ejemplo más, Guimei Zhang es una mujer de 65 años que ya ha proporcionado educación secundaria gratuita a más de 1600 chicas, la mayoría de las cuales son de zonas rurales y de extrema pobreza.
Llevo poco tiempo en occidente y quiero tener muy buenas relaciones con vosotras; algunas me estáis ayudando mucho. Por favor, no hagáis caso de quienes escriben prejuicios sobre nosotras, nuestras madres y nuestras abuelas. Me gustaría eliminar los estereotipos sobre China dando una imagen más objetiva, más real. Por favor, transmitid esa visión no sexista ni racista sobre nosotras a vuestro alumnado; así viviremos mejor todas y todos.
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