Aprovechar las oportunidades de aprender

El científico escocés David MacMillan (Bellshill,1968), premio Nobel de Química en 2021, recuerda cómo no habría ido a la Universidad si no fuera porque su hermano mayor fue. En una población de poco más de 20 000 habitantes, dedicada a la metalurgia, nadie se planteaba otro futuro que no fuera trabajar en alguna de estas plantas. Pero cuando su hermano acabó la carrera y su padre vio el primer salario, entendió que David también tenía que ir a la Universidad. Por este motivo, cuando se le concedió el premio Nobel, invirtió el medio millón de euros del galardón en crear una fundación para ayudar a jóvenes sin recursos de Escocia a ir a la Universidad. De este modo, su Nobel no solo ha contribuido con su aportación científica sino que crea altas expectativas en jóvenes que, quizás, no tendrían éxito sin este apoyo, cosa evidenciada en diferentes estudios como  Study to Change Destiny. Elements That Promote Successful Trajectories in Young People who Have Been in Residential Care, que muestra que es posible conseguir trayectorias exitosas, tanto académicas como sociales, independientemente de la procedencia o el entorno.

Pero esta no fue la única traba que MacMillan tuvo que superar. Cuando quiso ir a la Universidad en los Estados Unidos, no obtuvo respuesta de ninguno de los profesores a los cuales pidió cartas de recomendación. Y cuando tuvo respuesta fue para decirle que «era un ignorante y que no solo con una carta se puede acceder a hacer los estudios en los Estados Unidos». Por suerte no se rindió, hizo correctamente el proceso de admisión y continuó con sus estudios. Él recuerda esta anécdota en diferentes entrevistas y conferencias, porque dice que «haces el ridículo, sí, pero no nos tiene que vencer el fracaso, sino que esta es otra palabra para denominar la experiencia». A veces los fracasos en nuestro alumnado son difíciles de gestionar, y tener referentes como ejemplo, además de argumentos válidos para dar un paso adelante, es importante, puesto que las evidencias nos demuestran que hay una relación directa entre éxito o fracaso académico y síntomas depresivos en la adolescencia.

Así, en 2021 David MacMillan obtuvo el premio Nobel de Química, en reconocimiento de su trabajo en el desarrollo de una herramienta para la construcción de moléculas, la organocatálisis. Sus usos principales incluyen la investigación de nuevos productos farmacéuticos y también ha contribuido al hecho de que la química sea más ecológica y sostenible. Pero esta investigación no la ha hecho individualmente, sino que la ha llevado a cabo junto con List (alemán nacido en Frankfurt y especializado en investigación química sobre catálisis). Empezaron a trabajar una tercera manera de catálisis, un concepto tan simple como ingenioso que no se había pensado antes.

Demostraron así, una vez más, aquello que Stanley Cohen expresó en 1986 al recibir el premio Nobel junto a Rita Levi-Montalcini: «tú y yo somos buenos, pero juntos somos maravillosos.»

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[Imagen: nobelprize.org]
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Por Zaida Mas

Maestra de infantil y primaria