El congreso de la Associació Catalana de Sociología celebrado los días 12-14 de julio en Barcelona ha puesto de manifiesto una cuestión fundamental para la disciplina: su posición ante el diálogo con las otras disciplinas. Desde el inicio, ya con la conferencia inaugural, la Catedrática de Física de la atmósfera del Departamento de Física aplicada de la Universitat de Barcelona, Carme Llasat, anunció la importancia y la necesidad urgente de abrir puentes de diálogo con la sociología para poder dar respuesta a la emergencia climática. Con frases como “hoy he venido a la parte alta de la Diagonal, donde está la gente importante”, refiriéndose a la sociología, apuntaba a la urgente necesidad de colaborar y de plantear respuestas interdisciplinarias a los retos que enfrentamos. Carmen Llasat está muy satisfecha de la colaboración que desde su disciplina lleva haciendo varios años con la sociología dialógica. Por su parte, Mercè Crosas, astrofísica, tecnóloga, data scientist en la Harvard University y Secretaria de Gobierno Abierto de la Generalitat de Catalunya, y Sonia Cañizares, Directora de Sector Público y Sanitario de Catalunya en Sopra Steria, afirmaban no comprender la investigación ni los avances tecnológicos sin establecer puentes de diálogo y cocreación con la sociología. Ambas describieron varias experiencias en las que han participado en desarrollos científicos gracias a la colaboración entre disciplinas, destacando estas colaboraciones como clave para el avance de la ciencia. En la clausura del congreso, Adnan Abdul Ghani, refugiado sirio, fundador del Support Group Network, y Òscar Camps, fundador de Proactiva Open Arms, lanzaron un sinfín de preguntas a la sociología, destacando la necesidad de dialogar y trabajar conjuntamente para dar respuestas a la crisis humanitaria de las personas refugiadas.

Ante todos los puentes de diálogo que se han abierto durante los tres días, la sociología tiene dos opciones: 1. continuar con los discursos negacionistas que recriminan a las otras disciplinas estar por encima, usar otros lenguajes, no conocer tanta teoría, autores, etc. o 2. trabajar conjuntamente desde una sociología dialógica que ofrece soluciones, propone, analiza y cocrea junto a otras personas y disciplinas para mejorar la sociedad. Algunos siempre han tomado el primer camino, negándose al diálogo, acomplejándose ante las otras disciplinas del conocimiento, desarrollando contribuciones que ninguna solución aportan, como una postura cómoda, sin tener que salir nunca de los despachos ni de la zona de confort. Los sociólogos y sociólogas que toman el segundo camino no solo contribuyen a transformar la realidad social y ofrecen respuestas urgentes, sino que aprenden, comparten, avanzan en el conocimiento y profundizan en unas teorías que no se acomplejan sino que se vuelven necesarias para la ciencia y para toda la humanidad. El congreso ha puesto de manifiesto que la teoría desde lo individual, sin diálogo, no es capaz de dar las respuestas que la sociedad y la propia sociología necesitan.

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Por Mar Joanpere

Profesora de sociología en la Universitat Rovira i Virgili