En artículos anteriores hablamos sobre el sesgo de género a la hora de detectar de forma temprana algunos trastornos del neurodesarrollo, puesto que la sintomatología puede variar entre hombres y mujeres. Esto no es diferente en el caso del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Hay estudios que sugieren que las mujeres con TDAH presentan diferencias en su perfil de síntomas, comorbilidad y funcionamiento asociado en comparación con los hombres.
En esta publicación de 2020, basada en el análisis de la literatura científica y el consenso de especialistas en la temática, se recogen las siguientes conclusiones con el fin de proporcionar una mejor comprensión de las mujeres con TDAH para que puedan ser atendidas de forma temprana y mejorar su bienestar y evolución clínica:
- Las mujeres presentan síntomas tanto de falta de atención como de hiperactividad e impulsividad, aunque los síntomas pueden manifestarse de forma menos abierta y agresiva en las mujeres que en los hombres, especialmente en el caso de la sintomatología de hiperactividad e impulsividad.
- Los problemas de conducta en las mujeres suelen asociarse en mayor medida con problemas y comportamientos más sociorrelacionales y psicosexuales. Las dificultades para gestionar y mantener relaciones interpersonales positivas impiden que algunas niñas y mujeres desarrollen y mantengan amistades y relaciones positivas. Es especialmente crítica la adolescencia, cuando estas dificultades se vuelven más marcadas y pueden sentirse rechazadas y socialmente aisladas. Por tanto, las niñas y mujeres con TDAH son más vulnerables al acoso, incluidos el acoso físico y social y el ciberacoso.
- Hay estudios que indican una mayor probabilidad en hombres y mujeres con TDAH de tener un inicio más temprano de la actividad sexual, más parejas sexuales y un mayor riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual. Los índices de embarazo adolescentes, precoces o no planificados son elevados en niñas y mujeres con TDAH.
- Las mujeres suelen internalizar los síntomas, por lo que, a menudo, es común que presenten mal humor, labilidad emocional o ansiedad. Existen estudios que indican un mayor riesgo de sufrir deterioro de la salud mental, enfermedades mentales graves como la esquizofrenia e ingresos a hospitales psiquiátricos en la edad adulta.
- La sintomatología puede verse agravada por cambios hormonales durante el ciclo menstrual, el embarazo y la menopausia.
- La identificación temprana de dificultades específicas de aprendizaje puede ser un factor importante para su derivación, puesto que es común que alumnado con TDAH (chicos y chicas) presente dificultades en la lectura y la escritura, así como en sus funciones ejecutivas, lo cual conlleva serias dificultades organizacionales. Se registra mayor riesgo de abandono escolar y bajo rendimiento académico, disminución de la autoestima y el autoconcepto.
Es importante remarcar que el artículo destaca la escasez de investigaciones sobre la experiencia de vida de las propias mujeres con TDAH. Esto supone una gran limitación a la hora de conocer en profundidad cómo les afecta en su vida.
En definitiva, el artículo señala la importancia de alejarse de la creencia predominante de que el TDAH es un trastorno del comportamiento. Hay que prestar atención a la presentación más sutil o internalizada que es común en las mujeres. Con todos estos datos, pone énfasis en la necesidad de llevar a cabo intervenciones educativas centradas en evitar el abandono escolar prematuro, la disminución del logro educativo y las vulnerabilidades asociadas, así como en garantizar relaciones interpersonales positivas y promover una educación sexual de calidad.