Aprender a leer es uno de los mayores regalos que la escuela puede ofrecer. Quien aprende a leer bien estudiará mucho más fácilmente, estará más motivado, tendrá opciones mucho más amplias para elegir profesión en el futuro, tendrá una mayor autoestima… En cambio, quien no aprenda bien a leer tendrá numerosas trabas y quebraderos de cabeza durante toda su vida. Es fundamental, por tanto, cumplir eficazmente este objetivo en las escuelas. Años de investigación dejan claro que es posible garantizar el derecho a aprender a leer a todos los estudiantes. Pero para ello es fundamental saber claramente cómo cumplir este objetivo en las escuelas, y al mismo tiempo exponer mentiras infundadas.
A veces se escucha que el bilingüismo es un obstáculo para el éxito en los estudios. Asimismo, algunos dicen que es un obstáculo para aprender a leer. ¿Tienen estas afirmaciones una base científica? La respuesta no deja lugar a dudas: el bilingüismo no dificulta el aprendizaje de la lectura. Por ejemplo, en este artículo puedes leer sobre ese tema. Analizan la situación en EEUU: para alrededor del 22% de los estudiantes, los idiomas del hogar y de la escuela son diferentes; las experiencias de estos estudiantes bilingües son muy diversas, pero muchos de ellos no tienen suficientes conocimientos de inglés y, de entre los que se encuentran en esta situación, tres de cada cuatro no desarrollan suficientes habilidades lectoras. Alguien que no sepa analizar datos diría que el bilingüismo impide el correcto desarrollo de las habilidades lectoras. Por el contrario, cualquiera con conocimientos básicos de estadística sabe que las correlaciones no son sinónimo de causalidad. Por ejemplo, en verano la gente no come más helado porque lleva chanclas. Estas dos variables se correlacionan fácilmente, pero la conexión entre ellas no es causal, una no afecta a la otra. Lo mismo ocurre entre el bilingüismo y la competencia lectora. El bilingüismo no es en ningún caso un factor de riesgo para aprender a leer. La clave son las oportunidades de aprendizaje efectivas que se ofrecen a todos los estudiantes, el apoyo que realmente tienen para aprender.
Tenemos muchos estudiantes que son bilingües en nuestras escuelas. Hablan en casa un idioma distinto al idioma de instrucción en la escuela. Las investigaciones científicas dejan claro que esto no es un obstáculo para aprender a leer bien. La clave es crear los contextos adecuados. ¿Cómo? La clave es aplicar la evidencia de impacto social en la escuela. Mientras lo hagamos con suficiente rigor e intensidad, lo conseguiremos.