¿Cómo ser upstander? Delegar cuando somos testigos de violencia
Las historias clásicas están llenas de conocimiento y sabiduría que podemos seguir transmitiendo de generación en generación. Una de ellas es la Odisea, que relata el regreso a Ítaca de Odiseo a través de cantos llenos de personas valientes que se ayudan para lograr estar a salvo.
En el canto XII, Odiseo y sus compañeros de viaje necesitan de una estrategia eficaz para salir sanos y salvos del canto de las sirenas. En este caso Odiseo lo tiene claro: él solo no puede, y dice así: “Amigos, es preciso que todos -y no solo uno o dos- conozcáis las predicciones que me ha hecho Circe”.
En educación también es necesario que, para acabar con el bullying y la violencia, cada vez más personas (profesorado, familiares, alumnado…) conozcamos las evidencias científicas para tener herramientas, como tuvieron Odiseo y sus compañeros, con las que poder hacer frente y salir con éxito de los cantos de sirenas.
Sabemos que lo más eficaz es lo que se conoce como bystander intervention, pero ¿cómo ser un upstander? En diferentes artículos explicaremos una a una 5 estrategias (5D) eficaces para lograr estar a salvo en cualquier lugar, no solo en los centros educativos. Comenzaremos con una de las estrategias: delegar.
Vamos a imaginar que estamos en diversos lugares: el patio o el pasillo de un centro educativo, un campamento, una escuela de verano o unas clases de repaso. Imaginemos que se da una situación de violencia hacia uno mismo o hacia otras personas (burlas, insultos, aislamiento, calumnias, difusión de imágenes o vídeos, agresiones físicas, sexuales o cualquier otro tipo de violencia). ¿Cómo puedo frenar o evitar esa situación que me pone en riesgo a mí o a otra persona? Una estrategia exitosa es delegar en otros, es decir, contar a otras personas rápidamente (y si no es posible, hacerlo más tarde) lo que ha ocurrido. Buscar cuantas más personas mejor: adultos, monitores y monitoras, profesorado, familiares o amigos. Contar lo que ha sucedido es muy eficaz y es un acto valiente porque se destapa a las personas que intentan agredir, desenmascarando así sus intenciones. Para evitar nuevos ataques, lo que se conoce como violencia aisladora, lo más eficaz es intentar buscar aliados y aliadas que te acompañen a contarlo. Otro aspecto a tener en cuenta es que, si vas a una persona y sientes que le ha quitado importancia o no te ha hecho caso, debes buscar a otra para contarlo; siempre se encuentran personas valientes que van a posicionarse a tu lado. Si después de contarlo recibes ataques, cuéntalo a las mismas personas que te han ayudado.
Telémaco, animado por la diosa Atenea que le infunde valor en el pecho, se rodea de compañeros valientes que le acompañan a contarle a Néstor lo que los pretendientes le estaban haciendo a su madre y los planes que tenían para acabar con su padre Odiseo. Néstor, con palabras de admiración, le dijo a Telémaco: “Amigo, no creo que llegues a ser débil ni cobarde si ya, tan joven, te siguen los dioses como escolta”.
De Néstor también debemos aprender: si alguien nos cuenta algo que está pasando, debemos escucharle y ayudarle, y poner en valor la acción valiente.
Ahora ya sabemos que cuando actuamos como upstanders, delegando y contando la violencia que sufrimos o sufren otras personas, buscando redes de apoyo que nos acompañen, podemos decir orgullosos que tenemos la valentía de los dioses o los reyes y sentirnos seguros de que la estrategia que estamos usando es verdaderamente eficaz.
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Doctora en Educación. Durante 23 años maestra de pedagogía terapéutica y educación primaria y 8 años directora del CEIP L'Escolaica. Profesora sustituta en la Universidad de Valencia.